La revista alemana Der Spiegel destapó un escándalo esta semana cuando publicó la entrevista con Kathryn Mayorga, la exmodelo estadounidense que denunció haber sido abusada sexualmente por el astro portugués Cristiano Ronaldo en 2009.
Hoy, nueve años más tarde, rompió el presunto acuerdo de silencio que había firmado en aquel entonces, por el cual le habrían ofrecido 375 mil dólares para que retire los cargos y silencie a los testigos.
Todo ocurrió la noche del 13 de junio del 2009, en Las Vegas, Nevada. Hasta ese momento, Katheryn era una bella modelo de 25 años, a la que sus amigos la llamaban "Kat". Su empleo consistía en hacer presencia en bares y discotecas nocturnas de Las Vegas, donde vivía y pertenecía a la "clase media-alta".
Cristiano Ronaldo, quien estaba próximo a firmar un millonario contrato con el Real Madrid por 100 millones de dólares, pasó al menos una semana en la ciudad norteamericana y se alojó en el Palms Casino Resort, en una suit con jacuzzi que rondaba los 6.300 euros la estadía (casi 7.300 dólares).
Una de esas noches, el portugués decidió asistir al sector Vip de Rain, una discoteca del Casino Palms Restors. Fue en ese lugar donde conoció a Kathryn Mayorga, junto a otras modelos.
El periódico alemán hizo públicas las fotos de aquella noche en la que se pudo ver al astro portugués con una camisa blanca, y a la bella modelo charlando y bailando con copas de champagne.
La fiesta se trasladó a la habitación del exjugador del Manchester United y fue allí cuando la llevó a otra habitación en donde la morena de ojos verdes acusó el abuso, según relató a Der Spiegel.
Posteriormente, siempre según su palabra, Ronaldo y sus abogados le ofrecieron un acuerdo extrajudicial para que guardara silencio a cambio de 375 mil dólares, los cuales ella aceptó por temor a cualquier represalia tanto hacia ella como a su familia.
Nueve años después, la exmodelo de 34 años tuvo que abandonar su trabajo como maestra primaria para "poner toda su fuerza" en defender el caso que llevó a la justicia del condado de Clark, en Nevada.
El entorno de Ronaldo, en tanto, niega cualquier tipo de acusación y su abogado, Christian Schertz aseguró que aquellas eran parte de "un informe inadmisible de sospechas en el área de privacidad".
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