El fiscal general de Venezuela reiteró el miércoles las afirmaciones de que un activista opositor encarcelado se suicidó, mientras que Estados Unidos condenó al gobierno del presidente Nicolás Maduro por su supuesto involucramiento en la sospechosa muerte.
El fiscal Tarek William Saab dijo durante una transmisión en la televisora estatal que los hallazgos preliminares descartan que hubiera delito en la muerte de Fernando Albán. Sostuvo una fotografía de una ventana abierta en la sede policial en donde Albán era detenido y dijo que los resultados de la autopsia no encontraron señales de lesiones previas a la caída mortal desde el 10mo piso del edificio.
“Toda la evidencia recolectada hasta el momento revela la lamentable circunstancia del suicidio de Albán”, dijo Saab. “Tengan la certeza que iremos al fondo de las investigaciones y buscaremos la verdad”.
En Washington, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders emitió un comunicado en el que condenó “la participación del régimen de Maduro” en la muerte de Albán.
Dijo que el gobierno del presidente Donald Trump "continuará aumentando la presión sobre el régimen de Maduro y sus allegados hasta que se restaure la democracia en Venezuela".
Mientras tanto, opositores salieron a las calles de la capital sollozando y ondeando banderas venezolanas para unirse a la procesión fúnebre del concejal municipal del área de Caracas.
“¡Queremos justicia!”, coreaban los participantes. Muchos de ellos dirigían su ira hacia el presidente socialista: “¡Maduro asesino!”.
Albán, de 56 años, fue arrestado el viernes en el aeropuerto internacional de la capital al llegar de un viaje de Nueva York cuyo objetivo era avivar la opinión del mundo contra el gobierno de Maduro.
Los funcionarios dicen que Albán era investigado por su supuesta participación en un intento de asesinato contra Maduro, y que corrió abruptamente hacia una ventana del 10mo piso de un edificio policial y se aventó hacia su muerte el lunes.
Líderes de la oposición, respaldados por varios gobierno extranjeros, han acusado al gobierno de Maduro de torturar y asesinar a Albán.
Naciones Unidas ha exhortado a funcionarios en Caracas a lanzar una investigación imparcial para resolver las versiones discrepantes sobre la muerte de Albán.
Estados Unidos también ha exigido la inmediata liberación de los presos políticos venezolanos. La oposición dice que más de 100 venezolanos que se oponen a Maduro han sido detenidos como prisioneros políticos, algunos desde hace más de cuatro años.
El gobierno niega que haya prisioneros políticos.
El vicepresidente Mike Pence tuiteó su propia condena, y culpó al gobierno de Maduro de la muerte de Albán.
"El régimen sigue matando inocentes y a quienes defienden la democracia", dijo Pence. "Estamos con el pueblo venezolano y exigimos la liberación de los presos políticos".
En Caracas, cientos de dolientes seguían a pie la carroza que llevaba el féretro de Albán al cementerio. Entre ellos estaban sus padres, así como importantes aliados del movimiento opositor de Venezuela.
Residentes en el camino, en su mayoría mujeres mayores, salieron de sus casas mientras pasaba la procesión.
Entre ellas estaba María Betancourt, quien nunca conoció a Albán, pero sentía que necesitaba expresar su apoyo hacia el fallecido líder político.
“Representaba en su lucha lo que todos nosotros queremos”, dijo. “Queremos lo mismo que todos en el mundo: oportunidades. No este desastre que estamos viviendo”.
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