El presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó el jueves que los intentos de separarlo del poder fracasaron a un año de que el líder opositor Juan Guaidó se proclamara presidente interino.
Ante una multitud congregada en el palacio de gobierno con motivo del 62 aniversario de la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, Maduro dijo que se trató de una aventura “golpista”.
“Hace un año comenzó una comedia. Hace un año pretendieron imponer un golpe”, afirmó.
Agregó que actualmente la oposición se muestra dividida y débil y reiteró que ese bloque recibe “apoyo por el gobierno imperialista de Estados Unidos”.
Guaidó, entonces un político virtualmente desconocido para los venezolanos, saltó a la palestra cuando la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, lo eligió el 5 de enero como líder del legislativo. Casi tres semanas desúes, en un acto multitudinario en el este de Caracas, Guaidó prometió cesar el mandato de Maduro, instalar un gobierno de transición y convocar a nuevas elecciones.
Estados Unidos fue el primero de una lista de más de 50 países y organizaciones internacionales que respaldaron al joven político al considerar que la reelección de Maduro había sido fraudulenta debido a la inhabilitación de los principales partidos opositores en los comicios de mayo de 2018. Washington también ha impuesto una serie de sanciones al gobierno venezolano, incluido Maduro y sus más cercanos colaboradores, para presionar su salida del poder.
Actualmente, pese al apoyo local e internacional que aún mantiene la oposición y que muchos acusan a Maduro de ser el responsable de la severa crisis política y económica que agobia a los venezolanos, Guaidó no ha logrado minar el respaldo de los jefes militares para forzar a Maduro a dejar el poder.
Las fuerzas armadas han sido tradicionalmente los árbitros de las disputas políticas en Venezuela.
La crisis política en Venezuela se agudizó desde el 5 de enero después que los cuerpos de seguridad bloquearan a Guaidó y sus aliados el paso a la sede de la Asamblea Nacional, mientras un puñado de legisladores opositores, con apoyo de la bancada oficialista, se juramentó como miembros de la directiva del congreso.
Posteriormente un centenar de diputados opositores se congregó en el diario venezolano El Nacional para reelegir a Guaidó como jefe del Legislativo y ratificarlo como presidente interino de Venezuela.
Maduro aprovechó su discurso del jueves para pedir al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que designe una comisión para supervisar las próximas elecciones legislativas, pese a que aún no cuenta con una fecha para su realización y la oposición pone en duda su participación en reclamo de garantías de que los comicios serán justos.
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