El Partido Laborista de Jeremy Corbyn y otras formaciones de la
oposición del Reino Unido han llegado este viernes a un acuerdo para no
apoyar la propuesta del primer ministro británico, Boris Johnson, de
convocar elecciones anticipadas. Según informaron este viernes varias
formaciones, los laboristas y otros partidos -entre ellos los liberal
demócratas, los nacionalistas escoceses del SNP y el galés Plaid Cymru-
acordaron votar en contra de la petición del adelanto electoral o
abstenerse en la votación del lunes. El Gobierno indicó este jueves que
Johnson volverá a pedir el respaldo de la Cámara de los Comunes el
lunes, día 9, para llamar a los británicos a las urnas -se prevé que el
próximo 15 de octubre- a fin de superar la crisis del Brexit.
La diputada laborista Emily Thornberry ha reconocido
que la oposición no se fía de lo que pueda hacer el primer ministro en
caso de lograr la aprobación de su plan electoral, ya que "depende de él
asesorar a la reina de la fecha en que tendrían que ser las
elecciones". El principal temor consiste en que se pacte una fecha y
Johnson, "un mentiroso manifiesto" según Thornberry, la aplace hasta
noviembre y, por tanto, llegue la fecha del Brexit sin acuerdo ni
aplazamiento. La diputada laborista ha recordado que Johnson ha dicho
que "preferiría morir en una cuneta" a frenar el proceso de divorcio de
la UE.
Una portavoz de los liberaldemócratas señaló a los medios
que los líderes de los distintos partidos hablaron por teleconferencia y
que estos contactos fueron "constructivos". "La posición de los
liberaldemócratas ha sido desde hace tiempo que no vamos a votar por
unas elecciones generales hasta que sea acordada una prórroga con la UE
(...) Como grupo, todos vamos a votar en contra o nos abstendremos el
lunes", añadió. El diputado Ian Blackford, líder del SNP en los Comunes,
afirmó este viernes a los medios que su formación quiere estar segura
de que el Reino Unido no sale de la UE sin un acuerdo el 31 de octubre.
Este
miércoles, el Parlamento frenó el Brexit sin acuerdo que perseguía
Johnson gracias a una ley propuesta por laboristas y varios tories
rebeldes que obliga al primer ministro a buscar un pacto con la UE. Un
adelanto electoral no es sino una respuesta de Johnson a esa votación,
un intento de ganar tiempo, convertir en papel mojado la ley que le
obliga a solicitar una nueva prórroga a la UE, y propiciar de un modo ya
inevitable un Brexit a las bravas el 31 de octubre.
El primer ministro ya intentó este miércoles sacar adelante una votación de adelanto electoral en el Parlamento.
A pesar de lograr 298 votos a favor y 56 en contra, la abstención de
los laboristas no permitió alcanzar los dos tercios necesarios (434)
necesarios para que se aprobara la moción y convocatoria electoral.
También este viernes, el Tribunal Superior de Londres ha rechazado el recurso en contra de la suspensión parlamentaria solicitada por el primer ministro, Boris Johnson,
aunque el dictamen no es definitivo y cabe recurso ante el
Supremo, donde podría ser examinado el 17 de septiembre. Johnson
solicitó a finales de agosto el fin de la sesión del Parlamento y un
periodo de cese de actividades entre el 10 de septiembre y el 14 de
octubre. Los diputados volverían al trabajo poco antes de la fecha en la
que se haría efectivo el Brexit, fijada por el momento para el 31 de
octubre.
La decisión del Tribunal Superior londinense se ha producido a
raíz de un recurso presentado por la activista y empresaria Gina Miller,
que ha recibido entre otros apoyos el del ex primer ministro John
Major. La demandante atribuía a Johnson un "abuso ilegal de poder",
según la radiotelevisión pública BBC. Esta es la segunda vez que un
tribunal dictamina que la decisión de Johnson es legal, después de que lo hiciera este miércoles el Alto Tribunal de Edimburgo, la máxima instancia judicial-civil de Escocia.
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