La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador tendría un reñido final entre un banquero defensor del libre mercado y un administrador que ofrece fortalecer el socialismo, según la última encuesta de la firma Cedatos divulgada tarde el viernes.
El opositor Guillermo Lasso lidera las preferencias con un 50,8 por ciento, una estrecha ventaja sobre su contendor, el oficialista Lenín Moreno, que sumó un 49,2 por ciento de los sufragios válidos en un simulacro que midió la intención de voto de 2.817 personas en 23 provincias del país entre el 11 y 14 de marzo.
Este resultado podría leerse estadísticamente como un empate técnico tomando en cuenta que el estudio tiene un margen de error de más/menos 3,4 puntos porcentuales y que también arrojó una cantidad de indecisos que bordea el 18,2 por ciento.
Adicionalmente, el sondeo de Cedatos reveló una disminución de la intención de voto para Lasso y una tendencia contraria para Moreno en poco más de dos semanas, comparado con el estudio previo similar del 23 y 24 de febrero en el que el opositor contaba con el 52,1 por ciento y el oficialista con un 47,9 por ciento de votos válidos.
La campaña electoral concluye a fines de este mes y ambos bandos trabajan para atraer a los indecisos que podrían marcar una diferencia.
El estudio de Cedatos difiere del sondeo difundido el martes por la firma Perfiles de Opinión que otorgó una ganancia a Moreno con 51,02 por ciento de los votos totales frente al 35,53 por ciento obtenido por Lasso.
Los sondeos de intención de voto en Ecuador han arrojado resultados dispares en el actual proceso electoral, llevando a vincular a las encuestadoras con determinados bandos políticos. Cedatos fue la que más se acercó a los resultados oficiales con un sondeo a boca de urna aplicado en la primera vuelta.
Moreno, un político de 63 años que se moviliza en silla de ruedas, ha dirigido su campaña hacia los sectores más empobrecidos con ofertas de fortalecer el programa de tinte socialista impulsado por el presidente Rafael Correa durante sus 10 años de gestión.
El opositor Guillermo Lasso lidera las preferencias con un 50,8 por ciento, una estrecha ventaja sobre su contendor, el oficialista Lenín Moreno, que sumó un 49,2 por ciento de los sufragios válidos en un simulacro que midió la intención de voto de 2.817 personas en 23 provincias del país entre el 11 y 14 de marzo.
Este resultado podría leerse estadísticamente como un empate técnico tomando en cuenta que el estudio tiene un margen de error de más/menos 3,4 puntos porcentuales y que también arrojó una cantidad de indecisos que bordea el 18,2 por ciento.
Adicionalmente, el sondeo de Cedatos reveló una disminución de la intención de voto para Lasso y una tendencia contraria para Moreno en poco más de dos semanas, comparado con el estudio previo similar del 23 y 24 de febrero en el que el opositor contaba con el 52,1 por ciento y el oficialista con un 47,9 por ciento de votos válidos.
La campaña electoral concluye a fines de este mes y ambos bandos trabajan para atraer a los indecisos que podrían marcar una diferencia.
El estudio de Cedatos difiere del sondeo difundido el martes por la firma Perfiles de Opinión que otorgó una ganancia a Moreno con 51,02 por ciento de los votos totales frente al 35,53 por ciento obtenido por Lasso.
Los sondeos de intención de voto en Ecuador han arrojado resultados dispares en el actual proceso electoral, llevando a vincular a las encuestadoras con determinados bandos políticos. Cedatos fue la que más se acercó a los resultados oficiales con un sondeo a boca de urna aplicado en la primera vuelta.
Moreno, un político de 63 años que se moviliza en silla de ruedas, ha dirigido su campaña hacia los sectores más empobrecidos con ofertas de fortalecer el programa de tinte socialista impulsado por el presidente Rafael Correa durante sus 10 años de gestión.
Por su parte, Lasso, ex ministro de Economía y ex presidente del Banco de Guayaquil, ha logrado el apoyo de los otros líderes de la oposición y ha prometido convocar a una consulta popular para reformar la Constitución del 2008, eliminar impuestos y crear más fuentes de empleo.
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