Pensemos en un desierto. Seguramente lo primero que se nos ha venido a la cabeza son esas inmensas regiones áridas situadas, por ejemplo, en África, Asia, Australia…lugares llenos de dunas en los que, por el día, las temperaturas son extremadamente altas.
Son unas condiciones que, a priori, nos podrían parecer incompatibles con las regiones polares pero…y ¿si os decimos que en la Antártica hay un desierto? Y no sólo que en esa región exista un desierto sino que, además es el mayor del mundo. Os explicamos por qué.
¿Qué es un desierto?
Realmente no hay una definición exacta para ello. Frecuentemente las zonas desérticas han sido catalogadas como aquellas en las que la precipitación anual no supera los 200 mm pero, técnicamente, son aquellas en las que la evaporación del agua del suelo es mayor que la precipitación. Es una situación con la que no se favorecen las condiciones óptimas para la adaptación de muchos seres vivos.
Estas condiciones pueden darse por varios motivos: presencia de grandes montañas que propician la subsidencia del aire a sotavento, mucha distancia entre la zona en cuestión y el aporte de humedad….pero la razón que vamos a destacar aquí es la propia dinámica atmosférica.
Sin entrar en detalle, diremos que hay zonas en las que los desiertos se localizan preferentemente. Si echamos un ojo al mapamundi podemos ver esas zonas en el entorno donde se ubica el Sáhara y, también, en la franja en donde está situada Australia. Además, esas regiones desérticas se alternan con otras más lluviosas: la región verde intertropical, Europa y, de no haber océano, seguramente observaríamos una simétrica a la Europea en el Hemisterio Sur.
Pero, ¿qué pasa en los polos? Estas regiones corresponde a una parte en las que las precipitaciones no son tan frecuentes. Además de escasas, la mayor parte de la precipitación tiene lugar en forma de nieve.
El desierto de la Antártida
Aunque nieve en la Antártida, las precipitaciones medias anuales siguen siendo escasas. De media, las acumulaciones están entre los 100 y 200 mm de nieve. En cualquier caso, existen diferencias entre las zonas costeras y las interiores. En las primeras, la precipitación puede llegar a ser superior a los 600 mm (en Madrid la media es de unos 420 mm) y en zonas más interiores las acumulaciones pueden bajar de los 30 mm anuales.
En base a lo comentado, el desierto más grande del mundo no tiene dunas de arena…ni unas temperaturas extremadamente altas. La temperatura media de la Antártida casi llega a los -20ºC, aunque existe un gran contraste térmico entre la costa y el interior. En invierno, puede haber de media una diferencia de más de 40ºC entre esas regiones (temperaturas alrededor de los -60ºC en el interior frente a los -20ºC de las costas).
Por aspectos como los mencionados, el continente antártico es considerado el lugar más seco del mundo. No obstante, también es el continente en el que mayor cantidad de agua hay acumulada. Uno de los lugares, sin duda, más curiosos de la Tierra.
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