El pasado mes de octubre, Angelina Jolie y Brad Pitt anunciaron que ponían fin a su relación. Una separación que ha estado marcada por la polémica, y por los rumores de las causas de esta ruptura, incluso Brad Pitt fue acusado de maltrato infantil contra uno de sus hijos, aunque finalmente el FBI cerró la investigación.
En un primer momento, varios medios especularon con la posibilidad de que la actriz estuviera creando un plan para evitar que Brad Pitt pudiera obtener la custodia compartida, y fue entonces cuando saltó a los medios el supuesto caso de abuso infantil por parte del actor a su hijo Maddox, aunque este hecho no fue demostrado y todo se cerró.
Tras estos meses de incesantes polémicas en torno a la que parecía la pareja más consolidada del panorama cinematográfico, y como se está comprobando con más controversia, un nuevo revés ha provocado una tormenta en Brad Pitt y Angelina Jolie: podrían perder la custodia de dos de sus hijos, concretamente de Maddox y Pax.
La actriz obtuvo la custodia de su hijo Maddox, cuando éste tenía solamente siete meses. Según el centro de adopción, los padres del bebé habían fallecido, pero esto no podría ser así, y los padres biológicos del hijo de Angelina Jolie y Brad Pitt podrían pedir la custodia de su hijo. Los progenitores de Maddox, supuestamente, residirían en Camboya, y ante el temor de perder la patria y custodia, la expareja habría puesto este asunto en manos de sus abogados.
Pero todo no queda ahí, Pax, el cuarto hijo de los actores, de doce años, podría ser un caso similar, y la madre podría querer pedir la custodia de su primogénito. Angelina Jolie y Brad Pitt se encuentran preocupados por esta situación, que supone un nuevo quebradero de cabeza para ambos en estos tiempos difíciles.
Unas navidades muy diferentes
Por el momento, Angelina Jolie tiene la custodia de sus seis hijos, y Brad Pitt tiene permiso para visitarlos, pero con la presencia de una terapeuta. Como publica La Vanguardia, durante estas Navidades, el actor habría visto a sus hijos para poder intercambiar unos regalos y compartir unas horas. El encuentro se habría producido con total cordialidad, lo que podría significar que la separación no está afectando a los pequeños.
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