La selección de fútbol argentina está pasando por su peor momento, anoche perdió de forma vergonzosa ante su máximo rival, la selección brasileña, por 3-0. A día de hoy está en sexta posición y fuera del Mundial de Rusia 2018. Ante esta situación todas las miradas se ponen sobre Leo Messi, capitán y estandarte de una selección que anda sin rumbo en estas eliminatorias. Estos son cinco motivos por los cuales el astro del Barcelona no triunfa con Argentina:
Presión
La ‘pulga’ juega bajo mucha presión siempre que viaja con la albiceleste, y es que en su país están cansados de ver cómo triunfa en el Barcelona y con su selección no logra rendir al mismo nivel. Las derrotas en las últimas tres finales (Mundial 2014, Copa América 2015 y 2016) han terminado con la paciencia de los aficionados argentinos que exigen un nivel mucho más alto por parte de todo el plantel y en especial de Messi, del que dicen que en los grandes momentos no da la cara y se ‘arruga’. Las críticas recibidas por parte de la prensa han ido creciendo a medida que se daban los malos resultados en la eliminatoria y hasta piden su renuncia y la de su ‘grupo de amigos’. La situación cambia mucho cuando juega con el Barça, donde tiene crédito de sobra para permitirse jugar algún partido mal. Esto hace que ahí juegue tranquilo y sin presión pudiendo mostrar su mejor versión.
Compañeros de la selección
A pesar de tener un gran nivel, la plantilla de la selección argentina dista mucho de ser la del Barcelona. Y es que en el club catalán, Leo está acompañado por los mejores jugadores del mundo, lo que hace más fácil que muestre su mejor nivel. En el partido ante Brasil se vieron las carencias de la albiceleste para sacar el balón jugado desde atrás, teniendo Messi que bajar en muchas ocasiones hasta el medio del campo para recibir la pelota. En cambio en el Barcelona ocurre todo lo contrario, Messi puede estar tranquilo de que sus compañeros jugarán el balón desde atrás con jerarquía y puede recibir el esférico en posición de ataque para crear peligro. No tiene que preocuparse en ser él el que inicie la jugada. En su selección todavía no ha logrado asociarse con sus compañeros de la misma manera que lo hace en el Barça.
Baile de entrenadores
Desde las pasadas eliminatorias han pasado por el banquillo de la albiceleste tres técnicos: Alejandro Sabella, Gerardo Martino y Edgardo Bauza. El hecho de que una selección juegue cada cierto tiempo hace muy difícil que el plantel se complemente tan bien como lo puede hacer un equipo de un torneo local. Si a esto le sumas que en dos años ha habido tres entrenadores, cada uno con una idea distinta de fútbol, hace aún más complicado que haya una buena compenetración en el juego del equipo. Y eso se refleja después sobre el campo, donde se ve a un equipo partido, desordenado, sin ideas en ataque y con una defensa muy vulnerable a la que es fácil hacer daño, como se viene viendo en los últimos partidos de eliminatorias.
Mala relación con la AFA
De todos es sabido que la relación de la ‘pulga’ con la máxima institución de fútbol en su país no es buena. Ya en la pasada edición de la Copa América a escasas horas de disputarse la final frente a Chile, Messi publicó un mensaje en redes sociales quejándose de la dirección de la AFA: “Una vez más esperando en un avión para intentar salir a destino... ¡Qué desastre son los de AFA, por Dios!”. La institución Argentina lleva un par de años en una situación delicada, con constantes cambios de presidentes y sin una dirección acorde a una selección tan importante. "Me gustaría que la AFA sea lo que necesita la Selección" comentó Leo antes de la final de Copa América, haciendo ver que no está nada contento con cómo se está llevando las riendas de la Asociación de Fútbol Argentino.
Posición de juego con Argentina
En la selección albiceleste, Messi juega en una posición distinta que en el Barcelona. Con su selección se aleja un poco de la banda derecha y tiene que jugar más en el centro debido a que no le llegan balones a la banda. Leo debe hacer de creador de juego, de delantero centro y de extremo, todo a la vez. Posiciones que en alguna ocasión y ante rivales débiles logra cubrir, pero ante rivales de entidad como Brasil, se le ve desesperado y perdido por el terreno de juego. Intenta jugar como lo hace en el Barcelona pero le resulta casi imposible, Leo necesita recibir el balón en la banda derecha y desde ahí encarar, que es lo que mejor sabe hacer. Pero al tener que ser él quien inicie la jugada desde atrás no logra llegar al ataque con peligro.
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