Se va cerrando el cerco sobre los principales implicados en la trama de los 4.500 millones de dólares de PDVSA,
uno de los mayores escándalos de corrupción del régimen chavista.
El
esquema era burdo y sencillo, pero multimillonario. Tras pagar
suculentos sobornos a los funcionarios indicados, los empresarios daban
créditos a la petrolera en devaluados bolívares y luego cobraban el
capital y los intereses en dólares, obteniendo tasas de ganancia
extraordinarias.
El dinero era depositado en bancos suizos
a través de cuentas de empresas fantasma y de ahí era girado a
distintas partes del mundo.
Entre otros lugares, Miami, donde
viven los dos magnates venezolanos que son considerados como los
cerebros de la operación: los hermanos Luis Oberto e Ignacio Oberto. Sus
sospechosas maniobras llevaron al Departamento de Justicia a abrir una
investigación en 2018, que estaba acercándose a la verdad.
Pero tenía un
escollo: la resistencia de los bancos suizos a brindar información
detallada de sus movimientos. Ese impedimento acaba de derribarse.
El Tribunal Federal Suizo acaba de ordenar la liberación de
los documentos bancarios que, se espera, dejarán expuesto el esquema de
corrupción, según informa El Nuevo Herald. La
decisión afecta a los Oberto y otros dos empresarios venezolanos
sospechados de haber sido sus cómplices: Alejandro Betancourt, que vive
en España, y su primo Francisco Convit, que reside en Venezuela.
Los
otros que están comprometidos en la causa son el banquero suizo Charles
Henry De Beaumont y dos ex funcionarios chavistas de primera línea:
Rafael Ramírez, el ex zar de PDVSA, y Nervis Villalobos, ex viceministro
de Energía.
La hipótesis de la investigación es que los
empresarios sobornaron a los dirigentes del gobierno y de la petrolera
para montar el conveniente “esquema de negocios” entre 2012 y 2014. La mayor parte de los dividendos eran transferidos a los bancos Compagnie Bancaire Helvetique y EFG Bank AG, y el resto se repartía entre otras entidades financieras en Suiza, siempre a cuentas vinculadas a los hermanos Oberto.
“La
operación, ejecutada gracias a actos de corrupción, habría permitido la
malversación de más de USD 4.500 millones, lavados principalmente a
través de cuentas abiertas en Suiza”, sostuvo el máximo
tribunal de justicia suizo al rechazar los planteos de los abogados de
los acusados, que pretendían mantener en secreto sus operaciones.
Oscuros magnates
Luis Oberto tiene 43 años y su hermano Ignacio tiene 36. Ambos
son miembros de una familia de banqueros que residen en apartamentos de
lujo en Miami Beach, pero con estrechos vínculos con el hijastro de
Nicolás Maduro, según informa El Nuevo Herald. Están
asociados a una amplia red de empresas fantasmas que tejió jugosos
vínculos con el régimen venezolano. Entre ellas hay dos en el centro de
las investigaciones: Violet Advisors SA y Welka Holdings Limited.
La
clave del negocio estaba en la diferencia que se podía hacer al obtener
dólares al tipo de cambio oficial que sostenía artificialmente el Banco
Central. Un cambio que era inaccesible para los ciudadanos
comunes, que si necesitaban divisas extranjeras debían pagar varias
veces más en el mercado paralelo. Cuánto más se aceleraba la inflación y
la depreciación del bolívar en términos reales, más irreal era el tipo
de cambio oficial y mayores las ganancias obtenidas por los empresarios.
Se estima que en 2012, cuando comenzó la operatoria, la rentabilidad duplicaba o triplicaba el volumen de los préstamos.
No obstante, dos años después llegaban a obtener un retorno hasta diez
veces superior a la inversión original. De esta manera, por un préstamo
en bolívares cuyo valor real era de 42 millones de dólares, los Oberto
podían llegar a obtener 600 millones de dólares en semanas.
La investigación del Departamento de Justicia estadounidense detalla
que esos reembolsos eran enviados, a través de las empresas fantasmas, a
Suiza, donde los Oberto recibían la cooperación de un banquero
identificado como Charles Henry De Beaumont, del banco
CBH Compagnie Bancaire Helvetique SA, con sede en Ginebra. De Beaumont
ayudó a los empresarios a transferir dinero ilícito de PDVSA desde Suiza
a bancos de Estados Unidos y el Caribe.
“De acuerdo con las informaciones y los documentos proporcionados por varios conspiradores que están cooperando,
De Beaumont [...] conspiró a sabiendas con los otros conspiradores para
defraudar a CBH y lavar los fondos obtenidos a través del fraude y la
malversación a través de CBH y otros medios, que incluyen dos
bancos e inmuebles en Miami, Florida (...) Específicamente, De Beaumont
orquestó la creación de varias compañías fantasmas para canalizar los
dólares estadounidenses malversados de las cuentas de PDVSA a las
cuentas de CBH preparadas por De Beaumont”, denuncia un informe de las
autoridades norteamericanas revelado a fines del año pasado. Y agrega: “La
cantidad total en dólares estadounidenses malversados a través del
esquema es de aproximadamente $4,500 millones, con la mayoría de esa
cantidad enrutada a través de CBH”.
Con ese dinero, los hermanos además de robustecer sus arcas sobornaban a funcionarios chavistas, según lo indicado por los investigadores. Las fuentes señalaron a El Nuevo Herald
que varios millones también fueron transferidos a bienes inmuebles de
los hermanos en Miami y Nueva York. Como parte de este esquema de lavado
y malversación de fondos, De Beaumont cobraba una tarifa del 0.75 por ciento por cada transferencia bancaria.
De esta manera, obtuvo cerca de 22 millones de dólares
en honorarios por recibir y transferir fondos de PDVSA. En 2013, el
banquero suizo compró por un valor cercano a los seis millones de
dólares un condominio en el exclusivo edificio Continuum, en el sur de Miami Beach; también adquirió inmuebles en República Dominicana.
Francisco Convit es otros de los conspiradores apuntados por su rol en la red. Está
acusado de lavar 1.200 millones de dólares de PDVSA y fue detenido a
fines de enero en Venezuela por fuerzas del servicio de inteligencia
(Sebin). El quinto conspirador mencionado es Betancourt, aunque hasta el momento no se han presentado cargos formales en su contra.
Entre los máximos responsables dentro del régimen sobresale
la figura de Ramírez, que tras manejar durante varios años a PDVSA, se
convirtió en un crítico de Maduro y hoy vive en Italia. En un
segundo escalón está Villalobos, que fue arrestado en España junto al ex
ministro de Desarrollo Eléctrico, Javier Alvarado Ochoa, también
acusado de recibir sobornos. Ambos enfrentan pedidos de extradición de
la justicia estadounidense.
Los Oberto permanecen en libertad en
Miami. Sus abogados, Ed Shohat y David O. Markus, aseguraron que "se
demostrará su inocencia en el juicio”.
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