Un funcionario norcoreano fue ejecutado en Corea del Norte supuestamente por haber ido a un baño público y violar así la cuarentena por coronavirus que se le había asignado tras regresar de China.
Según
denunció la prensa surcoreana, el funcionario del área comercial, cuya
identidad no trascendió, estaba aislado para evitar posibles contagios
por expresa orden del líder norcoreano Kim Jong-Un, que había prometido
gobernar "por ley militar" contra cualquiera que dejara la cuarentena sin su anuencia.
El diario Dong-a Ilbo señaló que el hombre fue arrestado al ser descubierto e inmediatamente fusilado.
El
medio también informó que otro funcionario, miembro de la agencia de
seguridad nacional, fue exiliado a una granja luego de querer ocultar
sus visitas recientes al gigante asiático.
Si bien Corea del Norte todavía no confirmó oficialmente ningún caso confirmado, el diario surcoreano indicó días atrás que una mujer que regresó de China dio positivo.
De
todos modos, el gobierno de Pyongyang intensificó las medidas.
Suspendió los vuelos hacia China, cerró el paso del ferrocarril,
prohibió el ingreso de turistas extranjeros y extendió la cuarentena
hasta finales de febrero para evitar la expansión del virus.
En China, donde se originó el coronavirus, más de 200 personas murieron en las últimas 24 horas
y se registraron 15.000 nuevos casos de infectados, debido a una
modificación en el método de contabilizar a los enfermos, lo cual
multiplicó la preocupación mundial ante la magnitud de esta epidemia.
Las
malas noticias no afectan únicamente a China, ya que en Vietnam,
fronterizo con el gigante asiático, una ciudad de 10.000 personas
cercana a Hanói fue puesta en cuarentena debido al COVID-19. En tanto,
en Japón, una mujer de 80 años murió, con lo que el número de fallecidos
fuera de China continental llega a tres, luego de sendos decesos en
Hong Kong y Filipinas.
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