La activista iraní Saba Kord Afshari ha sido condenada a 24 años de prisión por el Tribunal Revolucionario de Teherán. Su delito fue el de protestar contra la obligatoriedad del ‘hijab’, la ley islámica que obliga a las mujeres a cubrir la mayor parte de su cuerpo, y de no grabar una confesión admitiendo sus supuestos delitos.
Tal y como explica el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, Saba Kord Afshari fue detenida en 2018 durante unas protestas estudiantiles y condenada a 1 año de cárcel por “desorden público”. Salió de prisión en febrero de este año, pero el 1 de junio era arrestada de nuevo, esta vez bajo los cargos de "propaganda contra el Estado y asociación y conspiración contra la seguridad nacional". Por esos cargos ha recibido una pena de seis años de cárcel.
Además, se añadían cargos de "promover la corrupción y la prostitución quitándose el velo y caminando por las calles sin velo". Ese ha sido, en última instancia, el mayor delito cometido por la activista y que le ha aparejado una pena de 10 años de prisión. Además, a los 16 años de la sentencia se le ha sumado la mitad de la pena "por la cantidad de cargos y por tener antecedentes", por lo que se pasará entre rejas los próximos 24 años de su vida.
Forzaron una confesión
Un mes después de que fuera detenida, Saba Kord Afshari fue trasladada desde la prisión Qarchak de Varamin a la zona 2A de la cárcel de Evin, que pertenece al Departamento de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria de Irán. Durante un mes y medio fue presionada para obligarla a hacer una confesión de sus delitos, pero la activista se negó.
La activista se negó a grabar una confesión admitiendo sus delitos, pese a que también detuvieron a su madre para forzarla a hacerlo
Incluso llegaron a detener también a su madre para forzarla a grabar esa confesión en vídeo. Sin embargo, Saba Kord Afshari se negó y fue devuelta a la prisión de Qarchak. El pasado 19 de agosto era llevado hasta la sala número 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán, donde se celebró el juicio y cuyos responsables han dictado la desproporcionada sentencia.
No han sido las únicas personas juzgadas y condenadas por hechos similares en los últimos meses: nueve activistas por los derechos humanos, seis hombres y tres mujeres, fueron condenados a seis años de cárcel cada uno, 54 en total, por los mismos cargos de “propaganda contra el Estado y asociación y conspiración contra la seguridad nacional”.
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