- Un grupo de detectives de Largo (Florida, Estados Unidos) intenta desbloquear el smartphone de un cadáver utilizando su huella digital.
- El caso ha abierto un debate en Estados Unidos sobre el derecho a la privacidad.
- La mayoría de los expertos opinan que la policía actuó de acuerdo a la legalidad, aunque no logró desbloquear el móvil del fallecido.
Detectives de la policía de Largo, Florida, utilizaron, presuntamente, el dedo de un hombre muerto para intentar desbloquear su teléfono, según publica el diario Tampa Bay Times, abriendo así el debate en Estados Unidos sobre el derecho a la privacidad tras la muerte.
La mayoría de los expertos consultados por el periódico sostienen que lo que hicieron los detectives era legal, argumentando que en EEUU no existe el derecho a la privacidad de los fallecidos. Sin embargo, sus acciones no sentaron bien a la familia de Linus F. Phillip.
Phillip murió el pasado marzo por los disparos de los policías después de que intentase huir de un control policial en el que —según la versión oficial— los agentes detectaron que su vehículo llevaba cristales no homologados y el coche desprendiera un fuerte olor a marihuana.
La policía ha reconocido su visita a la funeraria de Florida pero ha explicado que su intento por acceder a la información y por guardar los datos del móvil del fallecido no tuvo éxito. Mientras tanto, los medios estadounidenses especulan con la posibilidad de que el teléfono fuera un iPhone, que deja de poderse desbloquear con el sensor de huella una vez pasadas 48 horas desde el último desbloqueo.
“Me sentí violada y que me faltaron al respeto”, ha explicado a los medios estadounidenses Victoria Armstrong, esposa de Phillip. La mujer, de 28 años, se encontraba en la funeraria Sylvan Abbey de Clearwater (Florida, Estados Unidos) el día que dos detectives aparecieron con el móvil de Phillip, e intentaron desbloquear el teléfono poniendo en contacto los dedos del cuerpo de su marido con el sensor táctil del móvil.
Los agentes justificaron su acción argumentando que la información del teléfono de Phillip era necesaria para contribuir a la investigación sobre su muerte y a otra de tráfico de drogas en la que el fallecido estaba supuestamente implicado.
También argumentaron que no necesitaban una orden judicial para hacerlo. En EEUU, es inconstitucional acceder a teléfonos móviles sin dicha orden, y los sospechosos pueden acogerse a la Quinta Enmienda si los policías requieren la contraseña de sus teléfonos, para que no se les incrimine.
Pero tribunales estadounidenses han determinando que esa Quinta Enmienda no se aplica en los dispositivos desbloqueables con sensor de huellas dactilares, ya que esta es información de otro tipo, como el DNI o las muestras de escritura a mano.
En cualquier caso, el desbloqueo de un teléfono a través de una información tan física como la huella dactilar es una innovación tan reciente que supone un reto para la policía y los jueces de todo el mundo.
Aún así, el verdadero desafío, según argumentaban los expertos consultados por el Tampa Bay Times, es discernir cómo aplicar las nuevas leyes no ya a los vivos, sino después de la muerte.
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