La selección española cerró la última concentración previa al Mundial de Rusia con una goleada escandalosa ante una Argentina a la que le faltó su estrella, capitán, ídolo y bandera: Leo Messi. Las molestias en el aductor que ya le hicieron perderse el partido contra Italia le dejaron fuera del encuentro del Metropolitano, algo que se notó en el ánimo de los suyos.
El guión de este partido fue muy distinto al de Alemania. Argentina apostó por el balón desde el principio, lo que unido a un dibujo un poco más al ataque de los españoles propició demasiados huecos atrás. A los 8 minutos, Higuaín ya había rondado dos veces el área de De Gea, para desesperación de un Lopetegui que no pisó el área técnica ni por casualidad en el arranque del partido.
Sin embargo, casi como una revelación y una reivindicación en su casa, Diego Costa aprovechó la superioridad numérica para entrar como un Panzer en el área de Romero y marcar el 1-0, dejando al portero argentino dolorido y arriesgándose él mismo a una lesión. Tanto fue así que tuvo que salir Caballero a los pocos minutos del gol para sustituir al segundo cancerbero del United.
Sin llegar a la brillantez de la primera parte de Alemania, y con algún susto atrás, la superioridad manifiesta de gol de España se impuso. Antes de la media hora, Isco puso el 2-0 tras recibir un balón franco en el área pequeña, ante el que Caballero apenas pudo estirarse. El Metropolitano lo premió con gritos de 'Isco, Isco', en lo que supone una nueva reivindicación clara del malagueño en esta concentración con España.
Sin embargo, un ligero despiste atrás en un córner permitió a Otamendi acercar el marcador a un 2-1, con el que se llegó al descanso. Ramos saltó para cubrirle, pero De Gea pudo hacer más en la estirada.
El despiste se quedó en eso. En la segunda parte, con Aspas por Costa (tocado), la Selección ganó velocidad y profundidad. Por eso, en una carrera, un balón peleado por el gallego acabó en un centro para Isco, para hacer el tercero de España, y a continuación, en una jugada similar, esta vez fue el malagueño quien vio venir a Thiago desde atrás y puso el cuarto en el marcador.
No hay victoria sin sacrificio, y esta vez no solo Costa se fue tocado. A Jordi Alba también tuvieron que atenderle los médicos, aunque se mantuvo en el campo. Los argentinos no se tomaron nada bien el resultado, y poco a poco tiraron del otro fútbol. Isco acabó desquiciado, Piqué tirando de repertorio con un cañito... y dos goles seguidos. El quinto lo puso Aspas, con un carrerón, y el sexto (y tercero de su cuenta.
Para acabar, Lopetegui dio entrada a dos debutantes más: Marcos Alonso, que sigue la estirpe familiar, y Dani Parejo. EL seleccionador español ya ha hecho debutar a doce futbolistas con la absoluta. Argentina acabó desquiciada, y no faltó una pequeña tángana al final, porque se hartaron de los toques de España. Normal: no se esperaban recibir semejante correctivo.
Ahora Lopetegui tiene un trabajo más difícil: elegir a solo 23 para el Mundial. Argumentos le han dado todos de sobra.
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