Como si los venezolanos no tuviesen suficiente con la crisis política y socioeconómica, el icónico concurso de belleza Miss Venezuela se vio salpicado por las fuertes denuncias de ex concursantes, quienes acusaron a otras participantes de intercambiar favores sexuales con funcionarios chavistas y formar parte de hechos de corrupción.
El certamen ha sido por décadas motivo de orgullo para millones de personas en un país que se jacta de ser una fábrica de reinas de belleza, habiendo ganado siete veces el Miss Universo y seis el Miss Mundo.
Sin embargo, el peor rostro de algunas “misses” apareció en las redes sociales con intercambios de mensajes virales en los que se llamaban "zorras", "prostitutas" y "enchufadas", un término usado peyorativamente contra quienes supuestamente se benefician de la corrupción del gobierno bolivariano.
El escándalo estalló cuando una cuenta en Instagram (@OsmideJesus) difundió imágenes de la ex miss Zoraya Villarreal en actos públicos con la fundación del empresario Diego Salazar, arrestado por una multimillonaria trama de corrupción en la petrolera estatal PDVSA.
Salazar, primo de Rafael Ramírez, ex presidente de PDVSA , aparece en fotografías con algunas ex reinas de belleza en medio de actos benéficos de la fundación que afirma dedicarse "al apoyo de la infancia".
Los señalamientos los inició la presentadora de televisión y ex concursante Anarella Bono, quien la semana pasada aseguró que son varias las reinas de belleza vinculadas con Salazar y con otros empresarios en la fundación.
Desde las redes, insistió en que algunas ganadoras del Miss Venezuela y otras que obtuvieron la corona del Miss Universo son "enchufadas", como llaman en el país a quienes se lucran por vínculos con el Gobierno.
Esta aseveración fue secundada por Hannelly Quintero, que obtuvo el segundo lugar en el Miss Venezuela en 2007. "Repartían a los más necesitados y a ellas les llenaban la cuenta en dólares sacados del desangre de PDVSA", escribió Quintero al pie de una fotografía que muestra en un supuesto acto de la "Fundación Diego Salazar" a Stefanía Fernández y Vanessa Goncalves, ganadoras del certamen de belleza en los años 2008 y 2010, respectivamente.
La también presentadora de televisión aseguró que las beldades que se relacionaron con Diego Salazar "guisaron" (obtuvieron de manera fraudulenta) "apartamentos, autos, viajes y lujos".
Las acusaciones causaron tal revuelo que los organizadores del Miss Venezuela salieron al cruce con un comunicado. Cisneros Media y el canal privado Venevisión, responsables del manejo del concurso, aseguraron no tener conocimiento de los "hechos descritos" en redes sociales ni medios o medios digitales.
Ambas empresas dicen además, en una declaración cedida a la agencia de noticias EFE, que no están involucradas "en ninguna de las actividades que sus empleados, candidatas, asesores, representantes o asociados realicen fuera de las acciones propias del concurso".
Por ello, "rechazan contundentemente cualquier intento de involucrarla en actos distintos a la naturaleza de su actividad y desconoce cualquier tipo de relación o acto que pueda quebrantar el espíritu, ética y valores del certamen". "La Organización Miss Venezuela no mantiene ni ha mantenido relación alguna con la Fundación Diego Salazar" agregaron fuentes del concurso.
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