#irc_cc > div:nth-child(3) > div.irc_t > div.irc_mic > div._fUc.irc_mimg > a > img

Aquí encontrarás variedad de información

jueves, 22 de marzo de 2018

Lección de Putin: orgullo de ser ruso


La lección de Vladimir Putin es clara: ha conseguido despertar el orgullo de ser ruso. Este país, Rusia, también tuvo su 98 (cuando España perdió el poco imperio que le quedaba en el siglo XIX) en 1989. Año de la caída del Muro de Berlín, la pérdida del imperio externo en la Europa del Este y la desmembración de su imperio interno en Asia central. España no levantó cabeza hasta muchos años más tarde, con la transición. El sueño de Europa, la recuperación democrática y económica del reinado de Juan Carlos I hizo que se sintiera orgullosa. Los noventa del siglo XX con las Olimpiadas, la exposición del V Centenario y el renacer cultural fueron la cúspide de algo que ahora está en cuestión.

Rusia lo ha hecho de manera diferente. Lo ha hecho con el empeño de Putin de recuperar la posición de Gran Potencia, enfrentada por sí sola a Occidente con EEUU a la cabeza. La posición en el terreno internacional y su éxito en Siria se lo está confirmando. Lejos están los años de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en los que se les alineaba con los países en desarrollo.

Ahora, si se reúnen es contando con las hegemonías militares de Rusia o China con las que los otros no pueden ni siquiera soñar. El país que originó primero el imperio zarista y, luego, el soviético ha despegado en el imaginario mundial de ellos; como lo ha hecho China, que por cierto ha decidido que su líder pueda ser elegido indefinidamente.

Los rusos de Putin no se consideran un país en desarrollo, sino uno de los grandes. Da lo mismo la crisis económica o la miseria de alguna de sus regiones y clases trabajadoras; muchos pensionistas, por ejemplo, malviven. Lo importante es haber recuperado el Alma Rusa. Alma de grandeza, que se forjó en lucha con sus vecinos del este y del oeste y se refleja en la inmensidad de la estepa rusa y el quietismo místico de la Iglesia Ortodoxa. No es casualidad que una de las figuras literarias extranjeras más admirada por los rusos sea El Quijote de Miguel de Cervantes. Ante los sueños de grandeza, las penalidades de la vida corriente son soportables; es lo que sabe Putin. No es extraño que su popularidad sea transversal en todas las capas de la sociedad. Si no fuera así sería extraño el nivel de la misma y el porcentaje de votación que obtuvo el pasado domingo.

No es Putin un personaje que se pueda admirar por sus valores democráticos, ni por su respeto a los derechos humanos. Pero sabe conectar con algo profundo de su pueblo: la necesidad de sentirse orgulloso de su nación. Para un pueblo multicultural es la única argamasa posible (algo a pensar por nuestros políticos).

Esa es la gran lección de este nuevo zar, al que los votos refrendan y, de paso, algo que demuestra que votar no es la única condición de la democracia.
Share:

0 comments:

Publicar un comentario

"Reflexiona sobre la manera en que quebrantaste un corazón que te amó y entregó su afecto de manera incondicional. Recuerda que todo lo que sembramos, tarde o temprano, cosechamos."

Número de Visitas

Seguidores

Translate

Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Autor: Nelson Soria. Con la tecnología de Blogger.

Teleamazonas Vivo

Canal de televisión Ecuador

Archivo del blog