El funcionario cubano indicado para reemplazar a Raúl Castro como presidente de Cuba el 19 de abril declaró que el próximo gobierno será más atento a las demandas de la población.
Miguel Díaz Canel, de 57 años, dijo a reporteros en Santa Clara, una ciudad en el centro de Cuba, que “el pueblo va a participar en las decisiones que tome ese gobierno”.
Lamentó que las relaciones con Estados Unidos se hayan deteriorado bajo la presidencia de Donald Trump, afirmando que el restablecimiento de relaciones se ha visto obstaculizada por la retórica de Washington.
La revolución se ha visto “atacada, amenazada, en medio de una relación con los Estados Unidos que se ha ido deteriorando en los últimos tiempos, se ha ido deteniendo todo aquel proceso de restablecimiento de las relaciones debido a una administración que ha ofendido a Cuba, que ha lanzado improperios contra Cuba... que vuelve a la retórica de la Guerra Fría”, declaró.
Díaz parece prometer un nuevo estilo de gobierno más abierto, pero no una reforma política radical. En una muestra de teatro político el domingo, como reflejo de ese nuevo estilo, hizo fila para votar junto con otros ciudadanos que iban a aprobar una lista de candidatos ya aprobados por el gobierno para la Asamblea Nacional.
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