La regresión autoritaria en Nicaragua, el endurecimiento de la autocracia en Venezuela y la inestabilidad en Brasil ilustran los peligros para democracias en América Latina, advierte el Índice de Transformación (BTI).
El informe, que analiza la calidad de la democracia, la economía de mercado y la gobernanza en 129 países en desarrollo y emergentes, constata que Nicaragua forma, junto con Bangladesh, Líbano, Mozambique y Uganda, el grupo de cinco países entre los 13 "perdedores" del índice que viven una regresión a la autocracia.
El punto culminante de esta regresión tuvo lugar cuatro meses antes de las elecciones de 2016 con la destitución decretada por el Tribunal Supremo del líder del principal partido de la oposición y candidato a la presidencia, lo que hizo que por primera vez desde 1990 se celebrara unas elecciones sin candidato alternativo y Daniel Ortega pudiera así permanecer en el cargo.
Venezuela: "Populismo derrochador”
Destaca también en el período de estudio, que abarca entre el 1 de febrero de 2015 y el 31 de enero de 2017, el agravamiento de la situación política en Venezuela, "país inmerso en una dinámica de radicalización en la primavera de 2017" y donde "se ha agravado de forma dramática la situación de los derechos humanos".
Según el informe, la situación en Venezuela representa incluso "una declaración de quiebra del 'socialismo del siglo XXI'", con un país que "apenas procura alternativas a la dependencia del petróleo" y donde la pobreza ha vuelto a impactar con fuerza "después de dos décadas de un derrochador populismo rentista".
La victoria aplastante de la oposición en los comicios parlamentarios de 2015, agrega el documento, ha conducido a que el régimen de Nicolás Maduro mantenga su curso con más dureza.
Brasil: "Dudosa destitución de Rouseff”
En tanto, en Brasil, ejemplo del "descalabro de una futura superpotencia", se percibe "claramente" una pérdida de la calidad de la democracia, relacionada según el informe con la "dudosa destitución" de Dilma Rouseff, "iniciado por políticos corruptos", que en mayo de 2016 aupó a Michel Temer al poder.
Una tendencia a la "desestabilización de la democracia" en Brasil se observa en toda la región, donde la aprobación de la democracia por parte de la ciudadanía ha disminuido visiblemente desde el informe de 2010, constata el BTI.
Entre las autocracias de línea dura figuran Venezuela y Cuba, con 3,80 y 3,58 puntos de 10, respectivamente, mientras que Nicaragua se sitúa con 4,92 en la categoría de autocracias moderadas.
En términos generales, la polarización y la represión están aumentando en todo el mundo, constata el BTI. Actualmente, 3.300 millones de personas viven en un régimen autocrático, frente a los 4.200 que lo hacen en un sistema democrático, cifra sin precedentes desde que se iniciaron los estudios en 2004.
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