Este cereal cuenta con numerosas propiedades saludables para el organismo. Te contamos las más importantes y, además, te damos algunas recetas muy apetecibles que muestran su gran versatilidad en cocina
Si el otro día os contábamos las propiedades beneficiosas para la salud del cacao, hoy centramos la mirada en otro de esos alimentos más que interesantes a nivel nutritivo: la avena. Su (buena) fama en este sentido está respalda por la comunidad médica y científica, pero ¿cuáles son, de forma más concreta, las bondades de este cereal? He aquí algunas de las más destacadas:
-Los ácidos grasos insaturados presentes en su composición ayudar a reducir el colesterol ‘malo’ (LDL).
-Es rica en proteínas de alto valor biológico (combinada con otros alimentos como la leche o las legumbres su calidad llega a igualarse a las proteínas de pescados, carnes, huevos…). Además, aporta vitaminas del grupo B y minerales esenciales como como fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro.
-Son una magnífica fuente de energía, dado su elevado porcentaje de hidratos de carbono de absorción lenta y fácil asimilación.
-Contiene un elevado aporte de fibra, perfecta para ayudarnos el regular el tránsito intestinal.
-Su aporte de sodio es muy reducido, por lo que se trata de un producto ideal para quienes padecen hipertensión.
-Posee cierto efecto ‘sedante’ sobre el sistema nervioso (debido a un alcaloide no tóxico en su composición, llamado ‘avenina’) por lo que su consumo puede ayudarnos en caso de nerviosismo, fatiga, insomnio, situaciones de estrés…
-Resulta muy saciante, de modo que, consumida con moderación, puede ayudarnos en la batalla contra los ‘kilos de más’.
-Normalmente se consume en forma de copos, por lo que una de las maneras más habituales para incluir la avena en la dieta es durante el desayuno, como sustituto de los cereales procesados. Ésta es sin duda, una de las formas más saludables para su consumo. ¿Otra de ellas? Mezclarla con yogur natural y añadir, por ejemplo, unos frutos del bosque o un puñadito de frutos secos.
No obstante, la avena puede ser ingrediente de otros muchos platos tanto salados como, sobre todo, dulces (lógicamente, su consumo deberá ser más esporádico u ocasional, en función del resto de productos que incluyan estas recetas). Hoy te mostramos cuatro ejemplos de esa versatilidad con estas cuatro ideas que nos llegan de la mano de la marca ‘Quaker’
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