Desde el miércoles en la tarde Caracas vive momentos de terror. Mientras los enfrentamientos entre bandas criminales dejan un número indeterminado de muertos, la policía tuvo que ocupar uno de los barrios más afectados.
Calles llenas de restos de balas es lo que quedó en un barrio de Caracas tras horas de enfrentamientos entre bandas criminales y la policía, que este viernes ocupó el sector. No hay cifras oficiales de muertos o heridos en estos tiroteos que comenzaron el miércoles en el oeste de la capital de Venezuela. Medios locales dan cuenta de una docena de fallecidos, entre funcionarios, delincuentes y civiles alcanzados por balas perdidas.
“Hemos avanzado en desmantelar las estructuras del crimen que se habían instalado en estos territorios, con claras pretensiones de sembrar el terror y quebrantar la paz de las y los caraqueños”, escribió en Twitter la ministra del Interior, Carmen Meléndez. “Hemos liberado a ciudadanos que habían sido secuestrados por los antisociales”.
Unos 800 funcionarios forman parte de la operación de toma de la Cota 905, una barriada donde opera la banda de alias “Koki”, por quien el gobierno ofrece una recompensa de 500.000 dólares por información que permita capturarlo. “Operación Liberación del Pueblo... Cota 905”, dice un oficial que grababa el momento en que un vehículo blindado entraba por una estrecha y polvorienta calle, llevándose un pequeño auto por el medio.
Las autoridades mantienen restringido el acceso de la prensa a la zona, donde oficiales recorren casa por casa para buscar a “Koki” y a otros lugartenientes de la banda, que continúan en libertad y presuntamente ya huyeron de la barriada.
La ministra Meléndez publicó fotografías de improvisadas trincheras con sacos de arenas y puestos de vigilancia levantados con troncos y techos de lona. Periodistas especializados en la fuente de Sucesos han publicado videos de sectores de la zona ocupada, donde el piso está cubierto de casquillos de balas, así como de baldes llenos de munición.
En las 30 horas de enfrentamiento se usaron armas de alto calibre, granadas, balas trazadoras, además de drones con los que las bandas tenían una amplia visual de las zonas que controlaban. Los enfrentamientos continuaron durante la noche en la Cota 905 y otras zonas del oeste de Caracas alcanzadas por la violencia sembrada por estas organizaciones delictivas, que el gobierno vincula, sin pruebas, con un presunto complot de la oposición para “desestabilizar” al presidente Nicolás Maduro.
“No soy malandra”
Vecinos de las zonas afectadas por las balaceras han abandonado sus casas y buscado refugio donde amigos y familiares. Debido al bloqueo de vías, muchos han caminado varios kilómetros hasta puntos como la terminal terrestre de La Bandera para salir de Caracas.
“Desde que salimos nos revisaron los bolsos en varias alcabalas policiales y al llegar a La Bandera también nos revisaron. Discutí con una funcionaria policial: ‘¿Por qué tienen que tratarnos mal nada más por ser de la Cota? Yo vengo de la Cota y no soy malandra (delincuente), le dije’”, contó una habitante de la Cota 905 a la AFP bajo reserva.
Luego de varias horas de espera, logró embarcarse en un bus junto a su madre con destino a la ciudad de San Juan de Los Morros, en el estado Guárico, a unos 130 kilómetros de Caracas. “Me voy muy preocupada porque el resto de mi familia se queda”, añadió.
En junio, otro enfrentamiento entre policías y bandas dejó al menos tres muertos, incluida una enfermera alcanzada por una bala perdida mientras surtía gasolina. Venezuela registró 12.000 fallecidos en hechos violentos en 2020 según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), una tasa de 45,6 por cada 100.000 habitantes, siete veces mayor a la media mundial.
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