SUTHERLAND SPRINGS, Texas, EE.UU. (AP) — Un hombre con vestimenta negra tipo militar y con un fusil de asalto abrió fuego dentro de una iglesia en una pequeña comunidad del sur de Texas el domingo, mató a 26 personas e hirió a por lo menos otras 16 en un incidente que el gobernador catalogó como el tiroteo masivo más mortífero en la historia del estado. Las edades de las víctimas fatales van de los cinco a los 72 años.
Las autoridades no identificaron al agresor durante una conferencia de prensa del domingo, pero otros dos funcionarios _uno federal y otro policiaco_ lo identificaron como Devin Kelley. Ambos hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato debido a que no tenían autorización para discutir la investigación.
El funcionario federal reveló que Kelley vivía en un suburbio de San Antonio y no parecía estar vinculado a grupos terroristas. Agregó que los investigadores revisan las publicaciones de Kelley en las redes sociales días antes del ataque, incluyendo una en que parecía mostrar un arma semiautomática AR-15.
En un breve comunicado, el Pentágono confirmó que el sospechoso había prestado servicio en la Fuerza Aérea “en algún momento”. Ann Stefanek, vocera de la Fuerza Aérea, indicó que los registros muestran que Kelley prestó servicio en el área de Preparación Logística en la Base Holloman de la Fuerza Aérea en Nuevo México de 2010 hasta su licencia. La fecha y circunstancias en que dejó el servicio no han sido reveladas por el momento.
En la conferencia de prensa, el agresor fue descrito como un hombre de raza blanca de veintitantos años que llegó totalmente vestido de negro, con uniforme táctico y un chaleco antibalas, a una gasolinera frente a la Primera Iglesia Bautista cerca de las 11:20 de la mañana.
El hombre estacionó su vehículo en la gasolinera antes de cruzar la calle, para luego empezar a disparar un fusil Ruger AR hacia la iglesia y seguir disparando tras ingresar al recinto, señaló Freeman Martin, el director regional del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Cuando abandonaba el lugar, el agresor fue confrontado por un civil armado, quien lo persiguió. Poco tiempo después, el sospechoso fue encontrado muerto en los límites del condado dentro de su vehículo, en cuyo interior había varias armas.
Martin añadió que los investigadores no están listos para discutir un posible móvil del ataque, pero informó que 23 de las víctimas fueron encontradas dentro de la iglesia, dos más en el exterior y una persona falleció después de ser trasladada al hospital.
Durante la rueda de prensa, el gobernador Greg Abbott dijo que el ataque es el peor tiroteo masivo en la historia de Texas.
"No hay palabras para describir la maldad pura que atestiguamos hoy en Sutherland Springs", manifestó Abbott. "Sentimos un gran pesar ante la angustia en este pequeño pueblo, pero en épocas de tragedia, surge lo mejor de Texas”.
Después del tiroteo, agentes federales se dirigieron a la pequeña localidad ubicada a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste de San Antonio a fin de ofrecer ayuda. En el lugar hubo elementos de Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus iniciales en inglés) y equipo de recolección de evidencia del FBI.
Entre los fallecidos se encuentra la hija de 14 años del pastor de la iglesia, Frank Pomeroy, y su esposa Sherri _quien escribió en un mensaje de texto a la AP que ella y su marido se encontraban en dos estados distintos del país al momento de la agresión.
“Hoy perdimos a nuestra hija de 14 años y a muchos amigos”, escribió. “Ninguno de los dos hemos podido volver aún a la ciudad y ver en persona la devastación. Estoy en el aeropuerto de Charlotte intentando llegar a casa lo más pronto posible”.
Los heridos fueron trasladados a hospitales. Un video de la televisora KSAT mostró al personal de emergencia cargando una camilla afuera de la iglesia y a la espera de un helicóptero. Ocho de las víctimas fueron trasladadas vía aérea hacia el Centro Médico Brooke Army, informó el hospital militar.
Megan Posey, una portavoz del Centro Médico Connally Memorial, que se ubica en Floresville a unos 16 kilómetros (10 millas) de la iglesia, informó que “múltiples” víctimas reciben atención por heridas de bala. Aunque se negó a proporcionar una cifra en específico, declaró que eran menos de una docena.
Alena Berlanga, una residente de Floresville que seguía la situación a través de un scanner policiaco y en grupos comunitarios de Facebook, dijo que todos se conocen en el condado, que tiene apenas unos cuantos cientos de residentes.
“Esto es horrendo para nuestra pequeña y unida ciudad”, dijo Berlanga. “Todos resultarán afectados y todos conocen a alguien que fue afectado”, subrayó.
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