Cristiana Chamorro Barrios, aspirante presidencial y quien se mostraba como la principal opositora para las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre, en las que el actual mandatario Daniel Ortega busca una nueva reelección, fue puesta bajo arresto domiciliario e inhabilitada para participar en esos comicios bajo el argumento de "no estar en pleno goce de sus derechos civiles y políticos".
A Chamorro Barrios, hija de la exmandataria Violeta Barrios de Chamorro, que gobernó Nicaragua entre 1990 y 1997, se le dictó una orden de detención por un caso de presunto lavado de activos, y fue inhabilitada a solicitud del Ministerio Público.
"Se inhabilita a la ciudadana Cristiana María Chamorro Barrios para ejercer cargos institucionales y públicos por no estar en pleno goce de sus derechos civiles y políticos, por encontrarse en un proceso penal investigativo", según lo indicó el fallo judicial.
El Juzgado Quinto del Distrito de lo Penal de Audiencias Circunscripción Managua, resolvió que Chamorro es acusada por los delitos de gestión abusiva y falsedad ideológica, ambos en concurso real con lavado de dinero, bienes y activos.
Esta decisión se produce tras más de cinco horas de allanamiento policial en la vivienda de Cristiana Chamorro, según lo denunció a través de su cuenta de Twitter el hermano de la líder opositora, el periodista Carlos Fernando Chamorro.
Reacciones internacionales tras el arresto de Chamorro
La Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió que Nicaragua se encamina "a las peores elecciones posibles", al calificar como un "nuevo atentado a la democracia" la inhabilitación de Chamorro Barrios, que imposibilita "más aún la existencia de elecciones libres, justas y transparentes".
A través de un comunicado, publicado en la cuenta de Twitter del secretario general de la Organización, Luis Almagro, aseguró que "acciones como estas restan toda credibilidad política al Gobierno y a los organizadores del proceso electoral".
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó en su visita a Costa Rica que Nicaragua va en la "dirección opuesta" a lo que pueden ser unas elecciones justas y libres tras conocer los eventos de las últimas horas sobre la orden de detención contra la opositora Cristiana Chamorro.
Además, aseguró que "la prohibición arbitraria de la líder opositora Cristiana Chamorro, refleja el temor de Ortega a unas elecciones libres y justas”.
El Gobierno de Costa Rica condenó las acciones contra la oposición nicaragüense e hizo un llamado para que cese cualquier hecho que atente contra unas elecciones justas y libres.
Al ser Chamorro periodista, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) instó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a "terminar con el acoso y acorralamiento de las voces críticas".
Según un comunicado difundido por la SIP, se trata de una nueva escalada de violencia estatal contra los periodistas independientes y contra Chamorro.
Grupo opositor de Nicaragua pide aplicar la “Carta Democrática”
La Coalición Nacional solicitó a la OEA que continúe el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana al país centroamericano, procedimiento que fue iniciado en enero de 2019 por "rompimiento del orden constitucional" por parte de Ortega.
Los aspirantes opositores a la presidencia de Nicaragua coincidieron en que Ortega teme a unas elecciones libres. Según señaló Arturo Cruz, quien fuera embajador en Estados Unidos del Gobierno de Ortega entre 2007 y 2009, "la orden de captura contra Chamorro es un mensaje intimidatorio contra todos los nicaragüenses que quieren salir de la dictadura por la vía electoral".
Por su parte, el académico Félix Maradiaga, expresó su “más absoluto rechazo a la injusta persecución política contra Chamorro, que nace del miedo que la dictadura le tiene a un proceso electoral libre".
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