La justicia absolvió a Luiz Inácio Da Silva de otro caso de corrupción del que lo acusaba la fiscalía. El tribunal también dejó fuera del juicio a otras seis personas, incluyendo al exministro Gilberto Carvalho. La denuncia apuntaba a supuestos favores al sector automotriz a cambio de sobornos.
El juez Federico Botelho de Barros estimó que no se demostró “de manera convincente” la responsabilidad de Lula. El titular del Décimo Juzgado Penal de la Corte Federal de Brasilia consideró que no era evidente que participaba “en el contexto supuestamente delictivo”.
El fallo expone que “no existe evidencia adecuada y ni siquiera mínimamente capaz” de involucrar al expresidente. La fiscalía sostenía que Lula recibió coimas a cambio de una legislación. La norma favorecería a las empresas automotrices al prorrogar beneficios tributarios por cinco años.
El proceso es una arista de la llamada “Operación Zelotes” que se investiga desde 2015. Se evalúan supuestas irregularidades en la agencia encargada de sancionar a los evasores de impuestos. Esa pesquisa también alcanzó a varios banqueros, empresarios y políticos.
Este año Lula ya vio un fallo del Supremo Tribunal Federal que anuló otras sentencias por corrupción. El máximo tribunal anuló cuatro juicios en contra del exmandatario, por un conflicto de competencia. Eso dejó sin efecto unas penas de casi 26 años de cárcel que pesaban en su contra.
Lula también está acusado en otra arista de “Zelotes” por eventuales irregularidades en la compra de aviones suecos. G1 de Globo indica que su abogado, Cristiano Zanin, aseguró que el expresidente “fue víctima de una serie de acusaciones infundadas y con motivaciones políticas”.
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