Las pericias realizadas en siete teléfonos celulares incautados en el allanamiento de la Fiscalía a la casa del alcalde Jorge Yunda revelaron para participación de su hijo Sebastián en negocios. Los primeros datos evidencian un posible esquema de tráfico de influencias y de peculado.
Sebas, como lo identifican sus amigos, estaba al tanto de grandes contratos municipales. Entre ellos, la compra de pruebas para covid-19 que dieron origen al proceso penal por posible abuso de fondos públicos.
El burgomaestre de la capital se pronunció este viernes y alegó que no pondrá las manos al fuego por absolutamente nadie, ni por sus familiares.
“Yo no voy a poner la mano al fuego por absolutamente nadie, ni por familiares, ni amigos, compadres o funcionarios”.
“Yo respondo por mis actos, en el momento que a mí se me encuentre algo responderé por mis actos. Esperemos que la justicia pueda dar finalmente esa aclaración en esta circunstancia jurídica”, acotó.
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