Naciones Unidas lamentó la muerte de más de 20 personas por el naufragio de una embarcación con migrantes venezolanos que se dirigía a Trinidad y Tobago y remarcó que tragedias como esta evidencian los "riesgos extremos" que asumen quienes intentan cruzar las fronteras de la región para huir de la crisis en el país caribeño.
"Este trágico incidente es un recuerdo de los riesgos extremos que las personas refugiadas y migrantes de Venezuela toman al hacer viajes por mar y otros movimientos irregulares para cruzar fronteras", alertó el representante para la crisis migratoria del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Eduardo Stein.
El funcionario llamó en un comunicado a "aunar esfuerzos para evitar que esto suceda de nuevo", en la medida en que se trata del segundo naufragio registrado en 2020 en la costa venezolana y, en 2019, se estima que la desaparición de tres embarcaciones dejó al menos 80 muertos en la misma zona.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que expresó sus condolencias, lamentó también la que es ya la tragedia con más víctimas en una zona en la que muchos ven una vía de escape a la precariedad de Venezuela. En el punto donde se hundió la última embarcación, tan solo hay 15 kilómetros de distancia con la costa trinitense.
Este martes se informó que subieron a 21 los muertos en el naufragio de este fin de semana, luego de la localización de otro cadáver, mientras las autoridades mantienen la búsqueda en la zona ante la posibilidad de que puedan aparecer más cuerpos.
En una de playas cercanas a la población pesquera de Güiria, en el estado oriental de Sucre, fue localizado flotando el cuerpo de otro pasajero de una pequeña embarcación que zozobró la semana pasada en la frontera marítima entre Venezuela y Trinidad y Tobago, indicó el sacerdote Jesús Villarroel, director de una filial oriental de Caritas, la organización de la Iglesia católica que presta atención a sectores pobres y migrantes.
Tanto Stein como la portavoz del Alto Comisionado, Marta Hurtado, pidieron esfuerzos "urgentes" para evitar que las mafias se aprovechen de la vulnerabilidad de los migrantes, y se mostraron partidarios de "reforzar las vías regulares para asegurar que las personas refugiadas y migrantes puedan tener acceso a seguridad sin arriesgar sus vidas".
Hurtado pidió a las autoridades de Venezuela y Trinidad y Tobago que se coordinen para vigilar la zona y proteger la vida de los migrantes, al tiempo en que confía en que haya una investigación sobre el último naufragio. La Fiscalía venezolana informó el lunes de un primer detenido, supuestamente dueño de la embarcación.
La oficina de Derechos Humanos, que ya criticó en noviembre la deportación de 25 venezolanos desde Trinidad y Tobago -entre ellos 16 niños-, exhortó igualmente a paralizar cualquier tipo de devolución en caliente en el mar y las expulsiones colectivas.
La ONU estima que 5,4 millones de venezolanos han salido de su país, con un ritmo que se ha incrementado en las últimas semanas a medida que se han ido relajando las restricciones aplicadas en la región para contener la pandemia de coronavirus. También aumentaron los cruces irregulares con el riesgo que ello conlleva para los migrantes.
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