Que los líderes de varios países prefieren limusinas en las que la seguridad y el lujo no escasean, no es algo nuevo. En MT Motores te hemos contado, por ejemplo, del Aurus Senat que el presidente Vladimir Putin estrenó en julio de 2018 en la cumbre que sostuvo con su contraparte estadounidense Donald Trump, en Finlandia. Así, se dio un particular duelo de exclusividad y sofisticación cuando el norteamericano arribó en su conocida Cadillac One y el mandatario ruso lo hizo a bordo de la flamante Senat. Esta vez, una investigación del The New York Times se centró en la limusina Mercedes-Benz Clase S del dictador norcoreano Kim Jong-un, que la alemana Daimler se apuró en explicar que no tenía idea cómo había llegado a manos del régimen. Y la historia parece sacada de un libro de ciencia ficción y está llena de intrigas.
El artículo está firmado por los profesionales Edward Wong y Christoph Koettl y da luces de cómo una limusina embarcada en Róterdam, Holanda, llegó -luego de varias estaciones- a Pyonyang para estar al servicio de Kim Jong-un. El vehículo es un Mercedes-Benz S600 blindado que está avaluada en una cifra cercana a los US$ 1.6 millones (unos $ 1.092 millones).
Cómo lo hizo
La investigación da cuenta de un hecho irrefutable: desde 2006 la ONU prohíbe la venta de artículos de lujo a Corea del Norte, esto con el fin de que se acabe con el programa de armas nucleares. Entonces, ¿cómo llegó esta limusina a manos del líder?
La respuesta está en entramado de puertos “amigos”, envíos de barcos en negro (no declarados) y compañías mercantes de dudosa reputación, explica un estudio del Center for Advanced Defense Studies, una ONG de Washington que investiga las redes de tráfico.
Pese al veto de la ONU de comerciar lujo con Corea del Norte, desde 2015 varios países hicieron caso omiso y transaron con ese país. El artículo explica que empresas de hasta 90 países lo hicieron y, lo más sorprendente, es que no son potencias como Rusia o China, que sí mantienen relaciones con Corea del Norte, sino que se trata de otras naciones de la talla de Japón o Corea del Sur, reconocidas como más de la órbita de Estados Unidos.
La limusina habría viajado por más de cinco países de Europa y Asia, aunque no ha podido esclarecerse quién la compró, pese a que Daimler asegura que hace una comprobación de quién la va a adquirir para así cumplir con la normativa de la ONU. Lo claro es que hay un palo blanco.
La ruta para cumplir los deseos de Kim Jong-un
El container que contenía la Mercedes-Benz S600 blindada llegó al puerto de Róterdam en junio de 2018 bajo la custodia de la China Cosco Shipping Corporation. Desde esa ciudad holandesa viajó a Dalian, en China. Tras estar un mes en las costas del Dragón Asiático, viajó a Osaka, en Japón, desde donde se embarcó al puerto de Busán, en Corea del Sur.
Desde ese puerto principal surcoreano, fue embarcado en un buque carguero con bandera de Togo (país de África Subsahariana) que llegó al terminal de Nakhoda, en el este ruso. Aquí estaría la respuesta a la incógnita, pues al dejar las aguas del mar territorial de Corea del Sur y entrar en alta mar, el barco desapareció, apagando su sistema de envío de localización. Estuvo 18 días “en negro” y volvió a emitir señal cuando regresó a las 12 millas náuticas del territorio de Corea del Sur.
En Nakhoda, Rusia, una empresa con sede en Islas Mashall se habría hecho cargo del envío. Este se habría gestionado vía aérea, mediante un avión de la compañía norcoreana Air Koryo. El auto hizo su estreno en sociedad en enero de 2019 con un sonriente Kim Jong-un. Increíble, ¿no?
0 comments:
Publicar un comentario