Réplicas de granadas y fusiles Ak-47, entrenamiento militar y loas al gran líder Kim Jong Un. Así, con una jornada de juegos de guerra, festejaron los chicos el Día del Niño en Corea del Norte.
Es más, el mismo Kim les envió un mensaje aleccionador: "odiar a los imperialistas y enemigos", y "darlo todo" por su patria.
Primero jugaron al juego de "lanzar la granada" al lugar indicado, y después a moverse cuerpo a tierra con fusil en mano. Y los chicos, felices.
Sus maestras, con uniforme militar, cuenta contenta que ella también participó de los juegos al aires libre: "Tiré la granada de mano pensando que iba a derribar a todos los enemigos que tratan de infiltrarse en nuestro país".
El objetivo es inculcar a los más pequeños el espíritu de defensa y lealtad a sus autoridades, o sea a Kim Jong Un.
Así lo chicos, corren carreras con rifles (de juguete) y la tribuna estalla en vítores y alientos.
Myong Hyon Jong, un estudiante de primaria recita: "Quiero defender al respetado líder supremo Kim Jong un con poder militar".
Revolucionarios infantiles
Al final de los concursos, todos bailan canciones con loas al líder, que en un discurso pronunciado ayer en el VIII Congreso de la Organización de Niños de Corea (ONC) en Pyongyang, pidió que "los muchachos deben tener una preparación exhaustiva para odiar a los imperialistas y enemigos de clase", según indica un artículo de la agencia estatal de noticias KCNA.
Kim llamó a formar a los integrantes de la Organización de Niños de Corea (ONC) y convertirlos en "revolucionarios infantiles de la patria socialista".
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El encuentro, al que asistieron altos cargos del régimen, no se celebraba desde 2013, cuando Kim Jong-un lo presidió por primera vez desde que sucedió a su padre en el poder.
El líder confió en un futuro "claro y brillante" del régimen gracias a la organización infantil, que dedica "todo" por la patria y "continúa firmemente el alma de la revolución coreana", según KCNA.
Este mensaje se da en un momento de especial tensión militar en la región, tras los repetidos ensayos armamentísticos de Pyongyang -el último la semana pasada-, que han llevado a una escalada verbal con la nueva Administración Trump, quien insinuó que estudia posibles ataques preventivos.
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