El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este domingo que a finales de 2017 se celebrarán las elecciones locales y regionales que iban a realizarse el año pasado. "¡Quiero elecciones ya!", ha declarado el mandatario durante su habitual programa semanal en la televisión pública. "Lo digo como presidente y como jefe del Gobierno", ha recalcado. El anuncio llega tras casi un mes de violentas protestas convocadas por la oposición en las que ya han muerto 21 personas.
El Gobierno y los opositores se responsabilizan mutuamente de lo ocurrido y, lejos de acabar, el pulso con los manifestantes apunta a crecer. La oposición ha vuelto a convocar concentraciones para pedir que los venezolanos puedan volver a votar a su presidente, en unas elecciones a las que Maduro sigue sin abrir el paso y que están programadas para 2018.
La última víctima de los disturbios es una mujer de 47 años, que recibió el impacto de una botella de agua congelada en la cabeza mientras volvía de una manifestación en apoyo al presidente Maduro este miércoles. "Lamentablemente ha fallecido la ciudadana Almelina Carrillo Virguez, otra víctima de la derecha terrorista, llena de odio", ha escrito en su cuenta de Twitter el ministro del Interior,Néstor Reverol. Reverol ha recalcado que el Gobierno no parará hasta "capturar a los responsables" del 'repudiable crimen'". Además de las víctimas mortales, las protestas dejan cientos de detenidos, heridos y varios negocios saqueados.
Maduro, que ganó las elecciones por un estrecho margen en 2013, ha declarado estar listo "para lo que diga el poder electoral". Las fuerzas de oposición, reunidas en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), lograron en los comicios de 2015 la mayoría en la Asamblea Nacional por primera vez desde 1999. Las últimas protestas se desataron después que el Supremo intentara asumir los poderes de la Asamblea. Los disturbios casi diarios que se han producido en la capital, Caracas, y en otras localidades, llegaron a su punto álgido este jueves, cuando los enfrentamientos entre opositores y policías en la parroquia de El Valle dejaron 11 muertos —algunos de ellos electrocutados—. En su programa del domingo, Maduro ha vuelto a reiterar que el Gobierno tiene pruebas que supuestamente involucrarían en lo ocurrido a los diputados opositores José Guerra y Tomás Guanipa.
A pesar de las amenazas —Maduro ha insistido que dará "pasos firmes" para "recuperar la paz" y ha amenazado a diputados opositores con llevarlos al cárcel—, este domingo el presidente ha vuelto a invitar a la oposición a retomar un proceso de diálogo, congelado desde el año pasado. La oposición, sin embargo, sigue defendiendo que aprovechará el impulso de la calle para seguir exigiendo elecciones y respeto a la autonomía del Parlamento, además de la liberación de presos políticos.
Lilian Tintori, esposa del opositor Leopoldo López, condenado en 2015 a 13 años en un juicio irregular, ha iniciado este lunes una vigilia frente a la cárcel donde está recluido, para presionar a las autoridades que le permitan verle tras un mes "aislado". Los manifestantes han anunciado un bloqueo de las principales vías del país, incluida la autopista de la capital.
La última víctima de los disturbios es una mujer de 47 años, que recibió el impacto de una botella de agua congelada en la cabeza mientras volvía de una manifestación en apoyo al presidente Maduro este miércoles. "Lamentablemente ha fallecido la ciudadana Almelina Carrillo Virguez, otra víctima de la derecha terrorista, llena de odio", ha escrito en su cuenta de Twitter el ministro del Interior,Néstor Reverol. Reverol ha recalcado que el Gobierno no parará hasta "capturar a los responsables" del 'repudiable crimen'". Además de las víctimas mortales, las protestas dejan cientos de detenidos, heridos y varios negocios saqueados.
Maduro, que ganó las elecciones por un estrecho margen en 2013, ha declarado estar listo "para lo que diga el poder electoral". Las fuerzas de oposición, reunidas en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), lograron en los comicios de 2015 la mayoría en la Asamblea Nacional por primera vez desde 1999. Las últimas protestas se desataron después que el Supremo intentara asumir los poderes de la Asamblea. Los disturbios casi diarios que se han producido en la capital, Caracas, y en otras localidades, llegaron a su punto álgido este jueves, cuando los enfrentamientos entre opositores y policías en la parroquia de El Valle dejaron 11 muertos —algunos de ellos electrocutados—. En su programa del domingo, Maduro ha vuelto a reiterar que el Gobierno tiene pruebas que supuestamente involucrarían en lo ocurrido a los diputados opositores José Guerra y Tomás Guanipa.
A pesar de las amenazas —Maduro ha insistido que dará "pasos firmes" para "recuperar la paz" y ha amenazado a diputados opositores con llevarlos al cárcel—, este domingo el presidente ha vuelto a invitar a la oposición a retomar un proceso de diálogo, congelado desde el año pasado. La oposición, sin embargo, sigue defendiendo que aprovechará el impulso de la calle para seguir exigiendo elecciones y respeto a la autonomía del Parlamento, además de la liberación de presos políticos.
Lilian Tintori, esposa del opositor Leopoldo López, condenado en 2015 a 13 años en un juicio irregular, ha iniciado este lunes una vigilia frente a la cárcel donde está recluido, para presionar a las autoridades que le permitan verle tras un mes "aislado". Los manifestantes han anunciado un bloqueo de las principales vías del país, incluida la autopista de la capital.
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