Los avances de la ciencia son 'supervivientes' de un proceso muy duro: años y años de investigaciones, peleas en despachos para lograr financiación, una cadena interminable de ensayos y errores... y, cuando salen adelante, les queda todavía un último enemigo, que, además, se ha crecido con las redes sociales: los bulos y falsos rumores que pretenden desacreditarlos.
Osakidetza reparte 680.000 vacunas que protegen al 90% de la población infantilHa ocurrido con las vacunas. A pesar de su probada efectividad y de ser una de las 'armas' que más han contribuido a reducir la mortalidad, están rodeadas de una nebulosa de supercherías, creativas teorías de la conspiración e informaciones erróneas. Algunas tan extendidas que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tenido que desmentirlas, ya que su arraigo entre la población se traduce en una caída de las tasas de vacunación y en fallecimientos que eran evitables. Porque la muerte a causa de enfermedades prevenibles con vacunas no es una amenaza abstracta o que sólo acecha en países lejanos y hundidos en la pobreza: en los últimos meses, a causa de un brote epidémico de sarampión que ha dejado miles de casos en Europa -también en España- han muerto 17 personas en Rumanía y una en Portugal. La víctima portuguesa, una joven de 17 años, falleció el miércoles en un hospital de Lisboa y se contagió al estar en contacto con un bebé de 13 meses que estaba sin vacunar, igual que ella. Hoy, en el arranque de la Semana Mundial de la Inmunización, las autoridades sanitarias reiteran la importancia de no bajar la guardia y de vacunarse contra enfermedades y también contra falsas creencias totalmente acientíficas, como estas diez 'desmontadas' por la OMS.
La higiene es lo que ha terminado con algunas enfermedades, no las vacunas
Ya puede usted estar duchándose varias veces al día, lavándose las manos sin parar, gastando una fortuna en lejía o pasando toallitas desinfectantes por el teclado de su ordenador en el trabajo: hay gérmenes que se propagan independientemente del nivel de limpieza que mantengamos. Aunque es verdad que las mejoras en la higiene -la llegada del agua corriente fue fundamental en este sentido- han ayudado muchísimo a reducir la expansión de algunas enfermedades, es imposible acabar con ellas por esta vía.
Las vacunas pueden tener efectos nocivos y hasta mortales
Antes de sacar una vacuna al mercado, se somete a unos controles rigurosísimos. «Es más probable sufrir un transtorno grave por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una reacción adversa de una vacuna», subraya la OMS. Según destaca, las vacunas «son muy seguras» y la mayoría de las reacciones son «leves y temporales», por ejemplo, un brazo dolorido o febrícula. Los transtornos graves son «extremadamente raros» y objeto de seguimiento e investigación. «Los beneficios compensan con creces el riesgo. Sin vacunas, se producirían muchos trastornos y defunciones», alerta la OMS.
Algunas vacunas pueden provocar muerte súbita del lactante
Corre el bulo de que la vacuna combinada contra difteria, tétanos y tosferina, así como la de la 'polio', pueden provocar el síndrome de muerte súbita del lactante. Es falso, no hay ninguna relación. Lo que pasa es que la edad a la que se empieza a poner esta vacuna -en el primer año de vida- abarca el mismo periodo en que se producen los fallecimientos por muerte súbita. A los padres que no inmunizan a los lactantes por miedo, la OMS les recuerda que las cuatro enfermedades que 'cubren' estas vacunas pueden ser mortales y que un recién nacido no vacunado tiene un grave riesgo de defunción o de discapacidad grave si las contrae y presenta complicaciones.
Si una enfermedad está casi erradicada, no hace falta vacunarse
Error. En algunas partes del mundo -principalmente, en los países desarrollados-, hay enfermedades que casi han desaparecido gracias a las vacunas. Sin embargo, los agentes infecciosos que las provocan siguen circulando en otras partes del planeta y atraviesan fronteras, ya que el mundo está cada vez más interconectado. Un ejemplo: en Cataluña se detectó un caso de sarampión importado de China a principios de año que causó más de una veintena de contagios. Es decir, los virus pululan por el mundo y, si encuentran población no vacunada, se desata la enfermedad. De ahí la importancia de mantener alto el umbral de vacunación, que en España es elevado, con un 95% en población infantil. Si existe una buena inmunidad de grupo, se protege a personas que por diversas razones -por ejemplo, por ser bebés muy pequeños aún- no han sido vacunadas y también a aquellas a las que la vacuna no les ha 'funcionado' (un pequeño porcentaje no desarrolla inmunidad).
Las enfermedades infantiles es bueno pasarlas
No es así, no ofrece ningún beneficio. La OMS indica que enfermedades como el sarampión, la parotiditis y la rubéola «son graves y pueden acarrear importantes complicaciones tanto en niños como en adultos: por ejemplo, neumonía, encefalitis, ceguera, diarrea, infecciones del oído, síndrome de rubéola congénita (si una mujer contrae rubéola al principio del embarazo) y defunción». Así, considera que un niño no vacunado quedan «innecesariamente» vulnerable.
Poner a un niño varias vacunas a la vez puede sobrecargar su sistema inmunitario y causar efectos adversos
Tampoco es verdad. Aunque a los padres les suele dar aprensión ver cómo a su bebé le administran el mismo día un cóctel de vacunas, lo cierto es que un niño está expuesto cada día a cientos de sustancias extrañas que desencadenan una respuesta inmunitaria. Un simple resfriado les pone en contacto con muchos más antígenos que una vacuna.
La vacuna de la gripe no es muy eficaz y, además, no es una enfermedad tan grave
La vacuna inmuniza contra las tres cepas de mayor prevalencia en ese momento. No es infalible, por tanto, pero sí la mejor manera de reducir las posibilidades de contraer una gripe grave y de contagiar a otros. Esta enfermedad causa cada año entre 300.000 y 500.000 muertes en todo el mundo, no es un simple resfriado. Embarazadas, niños pequeños, ancianos con problemas de salud y cualquiera que padezca un trastorno crónico, por ejemplo, asma o cardiopatía, pueden correr un alto riesgo de infección grave y muerte, por lo que se aconseja su vacunación. «Es conveniente inmunizar a las embarazadas, ya que así también se protege a sus recién nacidos, porque actualmente no existe una vacuna para los menores de seis meses», alertan.
Es mejor inmunizarse pasando la enfermedad que con una vacuna
Para nada. Lo que hacen las vacunas es interactuar con el sistema inmunitario para que 'fabrique' una respuesta similar a la que produciría la enfermedad de forma natural... pero sin provocarla, evitando riesgos y complicaciones. «El precio de la inmunización por infección natural podría ser el retraso mental provocado por Haemophilus influenzae tipo b, defectos congénitos debidos a la rubéola, cáncer del hígado derivado del virus de la hepatitis B, o muerte por sarampión», alertan desde la OMS. Lo natural no siempre es lo mejor. No olvidemos que morirse es lo más natural del mundo.
Las vacunas contienen mercurio, que es peligroso.
«El tiomersal es un compuesto orgánico con mercurio que se añade a algunas vacunas como conservante. Es el más utilizado para las vacunas que se suministran en ampollas de dosis múltiples. No hay pruebas científicas que sugieran que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas entrañe un riesgo para la salud», informa la OMS.
Las vacunas causan autismo
No existen pruebas científicas que avalen la relación entre las vacunas del sarampión, la parotiditis y la rubéola y el autismo. Esta falsa creencia está tan extendida porque a finales de los noventa una publicación informó sobre un estudio que alertaba del vínculo entre estas vacunas y autismo. Este trabajo tenía tantas irregularidades que la publicación lo tuvo que retirar, pero el daño ya estaba hecho: su divulgación amedrentó a algunos padres, cayeron las tasas de inmunización y se produjeron brotes de esas enfermedades. Tampoco se ha establecido que las vacunas provoquen infertilidad o esterilidad, tal y como han promulgado algunos colectivos 'antivacuna'.