Lo primero sería saber si está soñando pero, ¿y después? ¿Llama al banco para solucionar el error? ¿Llama a su pareja para consultarlo? ¿Se va a un concesionario y se compra el último Mercedes? Pues la estudiante de origen malayo y afincada en Australia que recibió ese dinero, Christine Jiaxin Lee, se decidió por esto último: gastárselo. Ahora, Christine está acusada de apropiación indebida y fraude.
Fue hace cuatro años cuando el banco australiano Westpac Banking Corp ingresó por error 4.6 millones de dólares en su cuenta. La estudiante de ingeniería química en Sídney tomó la decisión de no informar al banco y comenzó a gastar la fortuna en productos y propiedades de lujo.
Bolsos de firma, ropa de alta costura, viajes por todo el mundo en primera clase o cenas y comidas en los mejores restaurantes del mundo fue la vida que llevó Christine hasta que fue arrestada por las autoridades este mes de mayo.
Aunque la abogada de oficio de la joven, Fiona McCarron, asegura que su cliente solo se ha gastado un millón de dólares, la joven malaya se enfrenta a una posible acusación de apropiación indebida y fraude fiscal, y se verá obligada a devolver el dinero.
En estos momentos, Christine está en libertad condicional a la espera de que comience el juicio el próximo 21 de junio. Según recoge el diario The Sydney Morning Herald, la magistrada que le concedió la libertad condicional, la jueza Lisa Stapleton, alegó que "es dinero con el que todos soñamos. Ella no lo cogió, se lo dieron".
Como dice la magistrada, para la mayoría de los mortales una fortuna de cuatro millones de euros es un auténtico sueño. Sin embargo, ¿merecería ser juzgada la joven que hizo lo que muchos harían? En fin, si ingresan cuatro millones de euros por error en su cuenta, ¿qué haría?
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