Ecuador logró un importante y obligado triunfo como local ante Venezuela con un juego gris y apagado que apenas contó con algunos destellos de brillo, la nota que predomina en sus últimos partidos. Aun así, tres puntos más en su casillero para ver ya de cerca el billete a Qatar 2022. Gonzalo Plata fue el líder de la Tri con una capacidad de desborde y verticalidad impropia de un partido que acusó falta de ritmo y continuidad.
La selección de Alfaro salió con la idea de mandar, de mover el balón con velocidad y sumar muchos jugadores desde el arranque. Sin embargo, la intención del cuadro de Alfaro se diluyó demasiado pronto con un juego lleno de interrupciones en el que solo pudieron buscar el arco de la Vinotinto con remates de media distancia muy defectuosos.
Venezuela ya había demostrado en las fechas anteriores que había ganado en seguridad defensiva y así volvió a suceder en una plaza tan complicada como es Quito. Sin embargo, ya en el descuento del primer tiempo una pelota parada decantó la balanza. Hincapié rozó el centro lateral y con mucha fortuna acabó en la red tras la salida equivocada del arquero. Tras una eterna revisión del VAR, el tanto subió al marcador.
La segunda mitad mostró un ritmo más bajo en el que tan solo Plata por un lado y Machís por el otro se animaron a desbordar. El futbolista del Valladolid tomó el mando de la ofensiva ecuatoriana y desbordó una y otra vez en el costado diestro. Una actuación sensacional como acostumbra cada vez que viste la camiseta de su selección.
A la Vinotinto le faltó mordiente en los metros finales, apenas inquietó a Domínguez y aunque Hurtado trabajó duro con los centrales y lo intentó en varios remates, no tuvo la precisión necesaria. Solo a través de la pelota parada, unida al nerviosismo ecuatoriano, pudieron dar sensación de peligro. Una derrota más para un equipo en reconstrucción permanente.
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