En medio de una convulsa crisis política sin precedentes en la historia reciente de Hong Kong, el Ejecutivo local anunció el aplazamiento de los comicios, en los que la oposición prodemocrática reunía un creciente respaldo electoral. El Gobierno argumentó motivos sanitarios en medio de la pandemia, en aumento en el territorio.
Un duro golpe para la oposición prodemocrática de Hong Kong en un momento crítico para la excolonia británica. Este 31 de julio la jefa del Gobierno del territorio semiautónomo, Carri Lam, anunció que las elecciones legislativas, previstas inicialmente para el próximo 6 de septiembre, serán aplazadas un año.
El Gobierno justificó la decisión por el empeoramiento de la pandemia de coronavirus en Hong Kong, con 3.152 casos detectados, el 42 % de los cuales en las últimas semanas. Para hacerlo, Lam se apoyó en una normativa de emergencia que da poderes extraordinarios al Ejecutivo, ya que la ley local solo permite al Gobierno aplazar comicios por un máximo de 14 días.
"Es la decisión más difícil que he tenido que tomar en los últimos siete meses, pero tenemos que garantizar la seguridad de la gente y que las elecciones se celebren de forma libre y justa", afirmó Lam en una rueda de prensa en la que confirmó que la nueva fecha para acudir a las urnas será el 5 de septiembre de 2021.
Puesto que las leyes locales no permiten votar por correo ni de forma electrónica, el Ejecutivo de Lam aseguró que la decisión fue tomada para mitigar el riesgo de contagio en aglomeraciones de votantes, así como por las dificultades en medio de la pandemia para que hongkoneses residentes en el exterior puedan regresar al territorio para sufragar.
En su anuncio, la líder pro Beijing aseguró contar con el respaldo del Gobierno central chino, algo confirmado poco después por la agencia de noticias estatal, Xinhua, que publicó un comunicado de Beijing en el que este informó que el vacío parlamentario provocado por el aplazamiento electoral será gestionado por el Parlamento central.
La oposición denuncia que tras sus argumentos, el Gobierno encubre motivos políticos
Las elecciones al Consejo Legislativo son la votación popular más importante en Hong Kong, debido a que el jefe del Gobierno no es elegido por sufragio directo a pesar de que esta ha sido una de las reivindicaciones más antiguas de los abanderados de la lucha prodemocrática en la antigua colonia británica.
Este aplazamiento se convierte en un revés para la oposición prodemocrática, que esperaba capitalizar un creciente descontento con el Parlamento actual, conformado por una mayoría pro Beijing. Como acto de rechazo, un grupo de 22 legisladores acusó al Gobierno de utilizar el brote de Covid-19 como una excusa para retrasar la votación.
"Los legisladores titulares en favor de la democracia, que representan el 60% de la opinión pública, se oponen al aplazamiento y enfatizan la responsabilidad del Gobierno de hacer todo lo posible para organizar medidas antidepidémicas adecuadas para celebrar elecciones en septiembre según lo programado", dijo el grupo en un comunicado.
'Posponer las elecciones por un año es un movimiento cínico para contener una emergencia política'
Como telón de fondo, y motivo de fuerte controversia en el territorio, está la aplicación el pasado 30 de junio de la ley de seguridad nacional, vista por muchos sectores de la sociedad como un intento de Beijing para poner freno a las disidencias en Hong Kong tras meses de protestas antigubernamentales en las que más de 8.000 personas han sido detenidas.
La insatisfacción con el Gobierno local llevó al bloque prodemocrático a conseguir una victoria aplastante en las elecciones municipales de noviembre, un preámbulo tras el cual el grupo esperaba conseguir la mayoría en el Parlamento, especialmente tras la aplicación de la ley de seguridad, con la que se estipulan penas de hasta cadena perpetua para delitos considerados como, secesión, subversión y confabulación con fuerzas extranjeras.
El anuncio del Gobierno se produjo poco después de que se cerrara el plazo para presentar candidaturas, un proceso en el que 12 candidatos opositores ya han sido vetados para participar en los comicios, entre los cuales destacan figuras del movimiento prodemocrático, como el jefe del Partido Cívico, Alvin Yeung, o el activista Joshua Wong, uno de los líderes de la llamada Revolución de los Paraguas de 2014.
Encabezadas por EE. UU., una serie de críticas internacionales antecedieron el anuncio de Lam. Conocida la noticia, la organización internacional Human Rights Watch también rechazó la decisión: "Posponer las elecciones de septiembre por un año es un movimiento cínico para contener una emergencia política, no de salud pública", dijo la entidad.
Pero este 31 de julio, China dijo tajantemente que elecciones de Hong Kong son un "asunto interno".
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