En su cuarto día de visita por México, Alberto Fernández tendrá
nuevamente una agenda cargada. Luego de la larga reunión de ayer con el presidente Manuel López Obrador, y el empresario Carlos Slim –el hombre más rico de América Latina–,
el presidente electo se verá con otros ejecutivos de empresas, dará una
conferencia magistral sobre los desafíos de América Latina, y podría reunirse a solas con Rafael Correa, quien tiene previsto arribar hoy al DF, para también brindar una charla.
Fernández
comenzará su actividad temprano. Tendrá encuentros privados con
empresarios por la mañana y se reunirá con autoridades de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), con quienes mantendrá un encuentro
antes de ofrecer, por la tarde, una conferencia en las instalaciones del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el centro histórico de la ciudad.
La charla será a las 18. La organización de este evento está a cargo
del Programa Universitario de Estudios sobre Democracias, Justicia y
Sociedad de la UNAM. Fernández también tiene planeado otorgar un entrevista para un programa de televisión de la universidad nacional, que la realizará el propio director del programa universitario John Ackerman.
Pero
antes de esta actividad, Fernández podría reunirse con el ex mandatario
ecuatoriano Rafael Correa, quien estará llegando en las próximas horas
al país y se hospedará en el hotel Camino Real, el mismo donde está alojada la comitiva argentina.
Correa, quien mantiene fuertes lazos con el régimen venezolano
encabezado por Nicolás Maduro, tiene previsto dar este miércoles una
charla en el Museo de la Ciudad, bajo un título intimidante a tono con
su postura más combativa: “América Latina en disputa”.
Rafael
Correa fue presidente de Ecuador durante una década (desde 2007 hasta
2017). Hoy está exiliado en Bélgica aunque –a la distancia– mantiene una
vida política activa. El
actual mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno, lo acusó recientemente de
promover las violentas protestas luego del aumento en los combustibles.
Su visión populista sobre la región y el explícito apoyo al régimen
de Maduro podrían convertirse en un verdadero dolor de cabeza para
Alberto Fernández, quien mantiene una postura más moderada y otras
prioridades para Venezuela.
En este sentido, Felipe Solá
–quien conforma la comitiva que acompaña a Fernández y principal
candidato para ocupar el Ministerio de Relaciones Exteriores a partir
del 10 de diciembre– dio definiciones sobre la política exterior que proyecta el nuevo gobierno.
El integrante de la “mesa chica” del presidente electo, planteó su
posición sobre la tragedia que sufren los venezolanos y afirmó: “Hay
que llegar a elecciones en Venezuela en forma concertada y con control
internacional; todo el control internacional que sea necesario y sin
proscribir a nadie”.
El miércoles
Fernández viajará temprano de regreso a Buenos Aires en donde, dijeron
sus allegados, comenzará con los diálogos de transición.
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