Tengo 27 años y llevo teniendo pareja prácticamente desde que cumplí los 20.
Por supuesto, no todo ha sido un camino de rosas entre mi novio y yo. Al principio, me entraba el pánico cuando me ponía a pensar si él sería el definitivo o cuando pensaba que si rompíamos tendría que empezar de cero con 24 años o, peor aún, con 27. Comparaba mi vida amorosa y sexual literalmente con toda la gente que conocía. Discutíamos muchísimo. Hice cosas de las que ahora me arrepiento. Igual que él. Rompimos varias veces y tuvimos períodos de descanso, pero, de alguna manera, nos desatascamos y ahora somos más felices que nunca juntos.
Después de hacer un montón de estupideces y de ver a mis amigos hacer un montón de estupideces, he aprendido una valiosa lección sobre las relaciones sentimentales. He aquí una lista de las 12 cosas que me gustaría haber sabido con veintipocos:
1. No estás "perdiendo el tiempo" por no saber si la persona con la que estás saliendo es la definitiva. ¿Cómo vas a saber si lo es si no le das una oportunidad?
2. Pero puede que estés perdiendo el tiempo si sabes que la persona con la que sales no tiene intención de estar contigo indefinidamente. No salgas con alguien solo por que pienses que podrías conseguir gustarle. No asumas que esa persona va a cambiar. No te quedes con alguien que no te tome en serio. Valórate.
3. Si tu intuición te dice que una persona no es la definitiva, hazle caso. No la ignores solo por que la gente piense que lo normal es que te cases en tres años o por que no quieras pasar por el proceso de conocer a gente nueva. En cuanto empieces a sentirte incómodo con tu relación, pasa a la acción. Seguro que no prefieres esperar a tener 30 para conocer a alguien interesante cuando podrías haber pasado página hace años.
4. No vale la pena seguir con alguien con quien discutes constantemente. Si no estáis casados ni tenéis hijos, no tenéis por qué intentar arreglar vuestra relación por todos los medios. Llegará un punto en el que necesitéis dejarlo, pasar página y recordar que si tiene que pasar, pasará y volveréis a estar juntos.
5. Tampoco vale la pena seguir con alguien que te hace llorar. Te mereces ser feliz, y ahí fuera hay miles de personas que harían justo lo contrario a provocarte lágrimas. ¿Por qué no empezar a buscar a esa persona ahora?
6. No os vayáis a vivir juntos solo porque penséis que ahorraréis dinero, porque no encontréis compañero de piso o porque no queráis vivir con vuestros padres. Idos a vivir juntos porque os queráis y porque estéis preparados para hacerlo.
7. Tener un piso o una casa a medias no es razón suficiente para seguir con alguien. Un piso no es un bebé ni un acta de matrimonio. No tenéis por qué luchar por vuestra relación solo por que os hayáis comprometido financieramente. Si no funciona, no funciona, y tienes que aceptarlo.
8. No te acuestes ni salgas con un amigo. En el momento en que cruzas la línea, ya sea física o emocionalmente, con un amigo, corres el riesgo de perder tu amistad con esa persona y con todos los amigos que tengáis en común. Si funciona, perfecto, pero, si no... puede que tus amigos le den la razón a uno de los dos y vuestro grupo acabe fragmentándose o puede que no se posicionen y se sientan incómodos. Tus amigos tampoco querrán hablar contigo del tema, dejándote sin nadie con quien desahogarte.
9. Nunca es demasiado pronto para hablar con tu pareja sobre tus objetivos en la vida.Puede que después de llevar saliendo cinco años descubras que uno de vosotros quiere tener hijos y que el otro no. ¿Qué habría pasado si lo hubierais sabido desde el principio? ¿No te gustaría poder abordar ese tipo de situaciones ahora para no perder años con una relación que estaba destinada al fracaso?
10. Si alguien quiere estar contigo, hará lo posible por estar contigo. No será necesario que le fuerces o le convenzas o le molestes. No tienes por qué escuchar excusas como "no tengo tiempo para una relación" o "yo no sería un buen novio". No es necesario que te pases horas analizando comentarios como "no me gustas", que -por cierto- significa que de verdad no le gustas. Si dos personas se gustan, harán lo posible por acabar juntas.
11. No compares tu vida sentimental con la de los demás. Da igual si te parece que "todo el mundo está soltero" o "todo el mundo tiene pareja". No importa si tú tardas más que tus amigos en encontrar a alguien especial ni si tú empiezas a salir con alguien antes de que tus amigos empiecen a tener relaciones estables. La vida de cada uno es diferente.
12. No bases tus decisiones en la vida amorosa que planeaste hace años, en la que marcaste cuándo querías casarte y cuándo querías empezar a tener hijos. Las cosas pasarán cuando tengan que pasar. Lo único que conseguirás si te precipitas es aumentar las probabilidades de que tu relación acabe en divorcio. Eres joven, es el momento de probar cosas, de ser impulsivo y de tomar decisiones alocadas. Después de todo, en el amor no existen las malas decisiones. Solo las experiencias de las que aprender. Y es mejor tener ese tipo de experiencias con 28 que con 30, 40 o 50, ¿no?
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