El presidente de Ecuador aseguró que los hechos “no fueron casualidad, sino que fueron organizados”.
Este jueves, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno encargó al Ministerio de Finanzas la tarea de entregar más recursos para afrontar la crisis carcelaria que vive actualmente ese país a raíz de los recientes amotinamientos que se registraron simultáneamente en tres centros carcelarios esta semana.
El mandatario ecuatoriano señaló que los sucesos presentados en días pasados no son casualidad, sino que fue algo “organizado desde el exterior de las cárceles e internamente orquestado por quienes se disputan el liderazgo y el tráfico de droga en todo el territorio nacional”, según señaló el portal Expreso.
Del mismo modo, dijo que no es coincidencia la reciente revelación de SEMANA sobre la existencia de un aporte-préstamo de US$80.000 por parte del ELN para la campaña de Andrés Arauz, el candidato a la Presidencia que apoya el expresidente Rafael Correa.
Tras esta publicación, la Fiscalía colombiana entregó el informe completo sobre los hallazgos de los investigadores en los computadores del abatido Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias Uriel, del ELN, donde habría información relevante sobre las elecciones en el Ecuador. El informe también explica cómo se obtuvo técnicamente la información.
Arauz ganó la primera vuelta presidencial en el vecino país y se apresta a disputar la segunda vuelta con el candidato de centroderecha, Guillermo Lasso, aunque el candidato de los indígenas, Yaku Pérez, ha denunciado irregularidades en el proceso de conteo de votos.
Respecto a los amotinamientos presentados en el vecino país en días pasados, al menos 75 reclusos murieron y varios resultaron heridos en una serie de revueltas que estallaron simultáneamente en tres prisiones del sobrepoblado sistema penitenciario de Ecuador, y que según autoridades están relacionadas con choques de bandas criminales que se financian del narcotráfico.
Según Moreno, en 2007 eran 9.000 los presos en todo el país, mientras que en lo corrido de 2021 son casi 40.000 los privados de la libertad, debido a lo que él explica como “la lucha frontal” de su gobierno ante los delitos.
El país se enfrenta a una crisis carcelaria sin antecedentes: 33 presos fallecieron en la prisión de Turi, en la ciudad de Cuenca (sur); 21 en la Regional de Guayaquil (suroeste) y ocho en la de Latacunga (centro), señaló en principio Edmundo Moncayo, director del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
Moncayo descartó víctimas mortales entre el cuerpo de custodia, pero habló de “policías que han sido heridos”, sin precisar el número.
La Defensoría del Pueblo tilda de “masacre sin precedentes” los amotinamientos, que también deja reclusos heridos, según autoridades.
El organismo expresó su “preocupación por la falta de seguridad que vive el país, la cual se refleja el aumento de la delincuencia y violencia al interior de los centros carcelarios”.
En su momento, la Fiscalía ecuatoriana dijo que la violenta jornada la desencadenaron “enfrentamientos de bandas criminales”. De su lado, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, denunció una arremetida simultánea de “organizaciones criminales”.
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