Por Steve Holland, Andrea Shalal y Jeff Mason
WASHINGTON, 7 ene (Reuters) - El presidente de Estados Unidos Donald Trump se ha aislado cada vez más en la Casa Blanca, confiando en un pequeño grupo de leales acérrimos y arremetiendo contra aquellos que se atreven a contradecirlo, incluido el vicepresidente Mike Pence, según dijeron cuatro fuentes consultadas por Reuters.
Algunos asesores veteranos se han abstenido de hablar con Trump después de que animara a cientos de partidarios que invadieron el Capitolio de Estados Unidos, un incidente que incluso sus compañeros republicanos calificaron como una profunda mancha en el legado de Trump.
El insólito ataque al edificio del Capitolio el miércoles obligó a Pence y a los miembros del Congreso a ser evacuados justo cuando se habían reunido para certificar la victoria en las elecciones de 2020 del presidente electo Joe Biden sobre Trump. Cuatro personas murieron en el disturbio, incluyendo una mujer que recibió un disparo de la policía.
"No quiero", dijo un asesor, hablando con condición de anonimato, cuando se le preguntó si había habido algún contacto reciente con el presidente.
Trump ha arremetido repetidamente contra Pence, en público y en privado, por negarse a intentar evitar que el Congreso certifique la victoria de Biden, y está furioso con el jefe de gabinete de Pence, Marc Short, por declarar que Pence cumpliría con su deber constitucional, según las fuentes.
Esta semana Trump reprendió a Pence personalmente, según una de las fuentes consultadas. La oficina del vicepresidente no quiso hacer comentarios al respecto.
Sin embargo, el senador republicano Jim Inhofe dijo al periódico Tulsa World que habló con Pence el miércoles por la noche.
"Conozco a Mike Pence desde siempre", dijo. "Nunca he visto a Pence tan enfadado como lo estaba hoy".
Un antiguo alto cargo de la Administración dijo que la ruptura entre los dos mandatarios era profunda y que es posible que no vuelvan a hablarse nunca más.
Pence, exgobernador de Indiana y exlegislador republicano con ambiciones presidenciales, ha sido leal a Trump durante los cuatro años de mandato del presidente.
Un asesor de Pence dijo que "todos los que le rodean están muy orgullosos de él" por la forma en que cumplió con su deber constitucional y que le había dicho a Trump con antelación lo que planeaba hacer.
"Mike Pence no sorprende al presidente. Fue sincero sobre lo que iba a hacer", dijo el asesor.
INSTIGADO POR LOS FIELES
Trump se ha rodeado de un grupo cada vez más pequeño de fieles que atienden a sus caprichos, incluyendo el director digital Dan Scavino, el asistente personal John McEntee, el asesor comercial Peter Navarro, el escritor de discursos Stephen Miller y el abogado personal Rudy Giuliani, dijo una fuente.
"Es triste. Esta es la gente que lo rodea y lo instiga", dijo la fuente, que también pidió no ser identificada.
La Casa Blanca se negó a hacer comentarios.
Una fuente familiarizada con la cuestión dijo que fue necesaria la intervención de la hija de Trump, Ivanka Trump, para ayudar a persuadirle de que cambiara de opinión un día después de que el presidente dijera a los partidarios que asaltaron el Capitolio: "Váyanse a casa, los queremos, son muy especiales".
Trump se había mostrado inicialmente reacio a hacer cualquier tipo de crítica a sus seguidores, según la fuente, pero bajo presión publicó un nuevo vídeo el jueves por la noche criticando a los que profanaron el Capitolio, pidiendo calma. También hizo lo más parecido a un reconocimiento formal de su derrota electoral hasta el momento, prometiendo garantizar una "transición armoniosa" a una nueva Administración el 20 de enero.
"Servir como su presidente ha sido el honor de mi vida", dijo en el vídeo.
A principios del jueves fue Scavino quien, después de que el Congreso certificara la victoria de Biden, tuiteó una declaración de Trump para decir que el presidente estaría de acuerdo con una transición ordenada del poder a Biden. El mismo Trump fue suspendido de Twitter en ese momento y no pudo enviar el mensaje en su cuenta.
En dicha declaración, Trump se aferró a la noción de que las elecciones del 3 de noviembre estaban amañadas en su contra, pero reconoció que dejaría la Casa Blanca el día de la inauguración de Biden.
"Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos me respaldan, sin embargo habrá una transición ordenada el 20 de enero", dijo.
La declaración fue vista por algunos cercanos a la Casa Blanca como un intento de evitar una ola de renuncias.
Un antiguo empleado de Trump en la Casa Blanca dijo que el presidente había mostrado un fracaso de liderazgo por no salir inmediatamente en televisión para decir a sus partidarios en el Capitolio que se fueran a casa.
"Tiene sangre en sus manos desde ayer. Una mujer murió", dijo.
Ha habido algunas conversaciones entre los miembros del gabinete como el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y sus aliados sobre la posibilidad de invocar la 25ª enmienda de la Constitución de los Estados Unidos como una forma de apartar a Trump de su cargo, pero una fuente conocedora de dicha iniciativa expresó sus dudas sobre la misma dado el poco tiempo que le queda de mandato.
Algunos responsables de la Casa Blanca, aturdidos por la vertiginosa caída de Trump en los últimos días, estaban debatiendo si dimitir en señal de protesta o quedarse las dos últimas semanas para asegurar una transición adecuada para el equipo de Biden, según dijo un asesor.
La secretaria de Transporte de Estados Unidos, Elaine Chao, esposa del líder republicano del Senado, Mitch McConnell, se convirtió el jueves en la primera miembro del gabinete de Trump en dimitir desde el asalto al Capitolio. Después siguió sus pasos la secretaria de Educación, Betsy DeVos.
El excolaborador de Trump Sam Nunberg dijo que el temperamento de Trump reflejaba su rechazo a perder.
"En el fondo así es cómo (Trump) es, cuando pierde en algo", dijo Nunberg.
(Información de Steve Holland y Andrea Shalal; editado por Mary Milliken, Howard Goller y Daniel Wallis; traducido por Tomás Cobos)
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