Gente cantando de balcón a balcón. Venecia con el agua más limpia que nunca. La cuarentena de los italianos, ahora estricta, a rajatabla, emociona. Pero lo hicieron tarde. Ayer mismo, con la península cerrada y sus calles desiertas, se anunció la muerte de 475 personas por coronavirus. Hoy se supo que superó a China en cantidad de fallecidos: llegó a 3405.
El prestigioso infectólogo Eduardo López es parte de los profesionales que consulta el gobierno. A horas del probable anuncio por parte del presidente Alberto Fernández sobre el aislamiento total de los ciudadanos de todo el país, que ya tiene 97 casos confirmados -tres de ellos fallecidos- y mientras se espera el reporte de situación del ministerio de Salud hoy por la tarde (López hará hincapié en la importancia de la cantidad de “casos comunitarios”), dialogó con Infobae.
-¿Cuándo se empiezan a ver los efectos de una cuarentena?
-Se necesitan por lo menos dos semanas de aislamiento para ver los primeros resultados. Es todo el período de incubación, que son catorce días. Si uno lo mira recién a la semana, es posible que siga corriendo sin que uno se de cuenta.
-Ahora bien, en Italia están haciendo cuarentena y ayer se informó que hubo un récord de muertos…
-¿Sabe por qué? Porque lo hicieron tarde, cuando habían superado los tres mil casos. Nosotros tenemos que hacerlo ahora para no cometer el mismo error. Hay que tomar medidas más duras. En Italia recién llevan nueve días de aislamiento total, y en España, una semana. Los muertos son los que vienen de atrás, internados antes de la cuarentena máxima, los que estaban en terapia intensiva o en terapia intermedia porque la otra estaba colapsada. Se mueren los que tienen que morir, pero se salva la gran mayoría. Italia tiene manera de ver qué pasa recién dentro de cinco días. Hay que esperar. Esto está en todos los libros.
-Por otro lado, China estuvo casi un mes de cuarentena y ahora no tiene casos locales.
-Allí sucedió que la cantidad de individuos que tuvo infectados China y su número de habitantes los obligó a hacerla más prolongada. A nosotros lo que nos falta, ahora, es una cuarentena total y descentralizar los diagnósticos, eso también es muy importante.
-¿Por qué?
-Porque así vas a saber la cantidad exacta de individuos que se infectaron, y sobre todo los que se infectaron y evolucionaron bien. Eso no lo sabemos hoy. Ahora se hacen los estudios sobre casos sospechosos que se internan, pero si estudiás a todos los febriles, te van a dar los que evolucionaron bien o los pacientes poco sintomáticos, y nadie se dio cuenta.
-¿Cuál es el riesgo de contagio de los infectados asintomáticos?
-Por los trabajos que leímos, el contagio que provocan los asintomáticos es muy bajo, no supera el 1,5 por ciento.
-¿Se está haciendo tarde esta descentralización?
-Hay que hacerla ya. Es necesario que los diagnósticos estén lo más rápido posible. Primero para descomprimir el fenomenal trabajo del Malbrán, y en segundo lugar para poder tener camas libres, porque hoy tenemos negativos que están esperando el resultado en un hospital, quizás por un virus respiratorio benigno. Porque tengamos en cuenta que la mayoría no lo son.
-¿Si comenzara hoy mismo un aislamiento total, podríamos evitar ser Italia y España?
-Esta es una impresión personal: si apretamos bien todas las medidas, si son drásticas, tenemos chances de no repetir esos modelos. Hoy tendremos más casos que ayer, pero la clave será ver la magnitud. Saber cuántos casos comunitarios hay. Porque si tenemos casos comunitarios, no es lo mismo… El anuncio de hoy será importante en ese sentido.
-¿Qué sucedería si se disparan los casos comunitarios?
-Si tenemos casos comunitarios, también llamados autóctonos, todos los días pero en un número pequeño en el tiempo, es es manejable. Pero no es lo mismo que el mismo número de casos comunitarios se de en un corto tiempo, porque puede saturar el sistema, especialmente las áreas de terapia intensiva.
-¿Cuántos casos se esperan en Argentina en el pico de la epidemia?
-Hay cálculos. Por las versiones que escuché, creo que en la ciudad de Buenos Aires se están esperando dos mil casos.
-¿Con cuarentena o sin cuarentena?
-Le digo lo que creo. Es difícil de predecir. Lo concreto es que la cuarentena debe ser importante y amplia, y para mi incluye limitación del trasporte público, aún aceptando la problemática económica.
-¿El sistema de salud está preparado para dos mil infectados?
-Para esa cantidad, en la ciudad de Buenos Aires, sí. Piense que, de estos, se internan el 15 por ciento.
-El objetivo que tiene el gobierno es “aplanar la curva”. ¿Qué significa exactamente?
-Tener menos número de casos, y los que tengamos, distribuidos en el tiempo. Eso sería lo ideal.
-¿Qué hay que hacer para que después de la cuarentena no se produzca otro pico?
-Si pasamos aislados las dos semanas de período de incubación debería aflojar un poco el número, y veríamos cómo funciona. Pero no hay que liberar todo de golpe después, sería un error.
-¿Cómo puede influir en la distribución del virus que se mantenga el transporte público funcionando?
-Hay que minimizar la circulación de la gente, eso es fundamental. Y segundo, el distanciamiento social. Si se mantiene el transporte, la gente no va a a estar a un metro y medio de distancia unos de otros. Se le puede poner barbijo a todo el mundo, pero si no se mantiene el distanciamiento social, nos vamos a quedar a mitad de camino. Por eso la idea no es que se vaya a veranear a Mar del Plata o Las Toninas, sino que se quede en la casa. Porque el virus al no tener a quien contagiar, empieza a perder contiagiabilidad.
-¿Cómo es eso?
-Para sobrevivir largo tiempo, el virus necesita contagiar al hombre. Como máximo, puede vivir cuatro días, es poco. Los virus requieren meterse en una célula humana, sino, sonaron.
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