Ecuador celebrará el Día Internacional del Trabajo, el próximo 1 de mayo, con dos feriados intermitentes que han provocado una sonada crítica de la patronal por lo imprevisto de la decisión y el daño que causa a la producción en un país que no termina de recuperarse.
La decisión de añadir un segundo feriado al ya previsto del próximo viernes la tomó hoy el presidente Lenín Moreno tras un nuevo zigzagueo en este tipo de casos, en los que sus decisiones se ven afectadas de forma imprevista por "presiones" de distintos grupos, a decir de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias de Ecuador.
"Se dispone la suspensión de la jornada de trabajo del día miércoles primero de mayo de 2019 para todos los trabajadores del sector privado y servidores del sector público, por la conmemoración del Día Internacional del Trabajo", dice el decreto 729 que Moreno firmó este lunes.
La decisión seguía a una reunión con representantes de los sindicatos FUT y CUT, y tras haber decidido la semana pasada que el 1 de mayo habría media jornada festiva adicional a la ya declarada como fiesta el día 3, que consta como tal en la legislación desde 2016 con el fin de crear un puente laboral con el fin de semana.
Sin embargo, Moreno consideraba que pese a esa ley, el Día del Trabajo merecía algún tipo de conmemoración e impuso primero media jornada festiva y ahora toda la jornada.
La disposición ha sorprendido en círculos laborales y empresariales y la Federación de Cámaras de Industrias ha manifestado su "rechazo" y "protesta" al decreto.
"La Federación manifiesta su rechazo y protesta por la inconsulta decisión de suspender la jornada de trabajo el día miércoles 1 de mayo, en un país que, al contrario, reclama por mayor trabajo y producción que nos permita solventar la compleja situación económica que vivimos", reza la nota de prensa.
La Federación reconoce el derecho de los trabajadores a un día de fiesta, pero cree imprescindible "mantener la certeza jurídica en cada una de las actuaciones del Gobierno" y "acatar lo que ya estaba fijado con anticipación en la Ley de Feriados promulgada el 20 de diciembre de 2016".
Señalan en ese sentido, que el país demanda "previsibilidad y seguridad jurídica" y alegan que Moreno no debería "caer en las presiones de grupos que solo buscan mantener sus privilegios y canonjías".
Y es que el imprevisto decreto de este lunes no es el primero del presidente en ese sentido.
El año pasado ya adoptó la misma medida con la excusa de promover el turismo, zigzagueando en su decisión de cual sería la fiesta, entre el 30 de abril, que caía en lunes, y el 1 de mayo, que era martes.
Con el nuevo decreto, que deroga el anterior, el Gobierno ha decidido que las horas de trabajo del 1 de mayo deberán recuperarse a partir del día 6 de mayo a una hora por día en el sector público.
En el sector privado serán los empleadores los que decidan cómo administrar el retorno de esas horas.
En ese sentido, la Federación exhorta al Gobierno a que tome en cuenta "la realidad del sector productivo" y le insta a que si quieres hacer cambios en la ley lleve a cabo el procedimiento de enmienda pertinente en la Asamblea Nacional.
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