Para la prensa rosa que Miley Cyrus consolide su relación con Liam Hemsworth no es tan importante como que ella se declare “pansexual”. Según declaró a Variety en el año 2016, tenía dificultades para entender su propio género y sexualidad.
“Siempre odié la palabra bisexual, porque también me etiqueta”, aseguraba la cantante. “Nunca pienso en alguien como chico o chica… mis ojos empiezan a abrirse en un sexto sentido. Mi primera relación amorosa fue de hecho con una chica”, explicaba.
En una entrevista más reciente en Billboard, Cyrus volvía a hablar un poco más sobre su orientación sexual: “con quien yo esté no tiene que ver nada con el sexo”, declaraba. “Estoy superabierta, pansexual, solo soy yo”.
¿Pero qué es ser pansexual? ¿En qué difiere de otras orientaciones sexuales? Nos dirigimos a una terapeuta sexual (Holly Richmond) y la primera afirmación es categórica: pansexual no es lo mismo que bisexual.
“Pan viene por el prefijo griego que significa todo sexual”, nos explica la terapeuta. Una persona pansexual podría ser atraída por un hombre, una mujer, una persona transgénero, una persona que no se identifica sexualmente… Tampoco hay que confundir pansexualidad con promiscuidad.
“Los pansexuales pueden sentirse atraídos por todas las personas, pero eso no implica que vayan a tener relaciones sexuales con nadie. Pueden ser muy exigentes”, nos explica.
El término “pansexualidad” surgió hace muy poco, aproximadamente cinco o seis años. Lo creó la AASECT, la Asociación Americana de Educadores de Sexualidad, Consejeros y Terapeutas, aunque los pansexuales existen desde que el mundo es mundo.
Menos del 1 por ciento de la población se identifica como pansexual, quizás porque muchos aún no lo conocen. Por eso, los terapeutas aseguran que ese porcentaje no se corresponde con la realidad.
Además, la pansexualidad no solo se limita al sexo. Según la terapeuta, “los pansexuales conectan de manera romántica, con la persona y no con el género, por lo que tratan de desarrollar relaciones significativas”.
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