CARACAS (AP) — La fuga del dirigente Leopoldo López de la residencia del embajador de España en Caracas, donde estuvo refugiado por casi un año y medio, y su posterior huida hacia Madrid desataron posiciones encontradas entre los venezolanos que se mostraron escépticos sobre lo que podría lograr el político en su nuevo rol en la lucha internacional de la oposición.
Mientras algunos celebraron el reencuentro en Madrid de López con su familia, a la que no veía desde que se refugió en abril del año pasado en la sede diplomática tras una fallida rebelión militar, otros cuestionaron que dejara Venezuela.
Por años López había defendido el escenario de lucha local incluso el 18 de febrero del 2014 cuando se entregó a la justicia y no aceptó una propuesta de exilio que le hicieron las autoridades luego que le abrieron un proceso por impulsar unas protestas en la capital que terminó en un juicio y una condena de casi 14 años de prisión.
Analistas estimaron que la decisión del dirigente opositor tendrá un costo interno para lo oposición, agobiada por su debilitamiento y las fracturas, que está promoviendo un boicot para los comicios legislativos y una consulta simbólica, pero sostienen que fortalecerá la lucha internacional que es el escenario al que ahora apuesta para consolidar el reconocimiento al gobierno interino de Juan Guaidó, también jefe de la Asamblea Nacional, luego que se elija e instale en enero un nuevo Legislativo.
Sobre el papel que cumplirá desde España López adelantó en su cuenta de Twitter que seguirá con las asignaciones como coordinador del centro de gobierno de Guaidó, quien ha sido reconocido por casi 60 países como presidente encargado de Venezuela, pero se prevé que el político, de 49 años, asuma un papel más preponderante considerando que es la figura de mayor peso entre los opositores que están afuera.
Al respecto el presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, afirmó que el nuevo escenario le abrirá una oportunidad de “reoxigenación” tanto a López como a la oposición que está muy debilitada en este momento por la pérdida del respaldo popular y el agotamiento de la estrategia que se trazó en enero del 2019 con la presidencia encargada de Guaidó que no logró el objetivo de sacar a Nicolás Maduro del gobierno.
Léon dijo a The Associated Press que para la oposición es fundamental que el gobierno transitorio de Guaidó sea reconocido en el exterior luego del 5 de enero cuando se instale el nuevo Congreso, y agregó que López puede ser bueno para “convencer a la comunidad internacional que esa continuidad administrativa es buena”.
La salida del país del líder de Voluntad Popular fue celebrada por César Farrera, un ingeniero informático de 64 años, quien consideró la acción como “excelente” alegando que quedó al descubierto que el “régimen no tiene todas las cosas en sus manos”.
Tras la fuga del dirigente opositor Maduro removió del Ministerio de Relaciones Interiores al mayor general Néstor Reverol y colocó en ese cargo a la gobernadora del estado central de Lara, Carmen Meléndez, medida que fue considerada como una reacción a ese evento.
Por otra parte, Miguel Moncada, un chofer privado de 36 años, indicó que lamentaba la decisión López porque “dio su brazo a torcer cuando debió seguir la lucha desde aquí”.
“Así como nosotros los venezolanos luchamos cada día por el país necesitamos que los políticos estén unidos para acompañarnos”, agregó.
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