El chavismo se atornilla en el poder ante el desplome de su popularidad. El Consejo Nacional Electoral (CNE) –controlado por el oficialismo– ha ratificado que el referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro podría efectuarse después del mes de febrero. Con esta nueva fecha se anula la posibilidad de que la oposición asuma el Gobierno en Venezuela hasta el año 2019, porque correspondería al vicepresidente suceder al actual mandatario.
El anuncio ha crispado a la oposición. La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha convocado a una sesión permanente para acordar acciones. “Lo que está ocurriendo no es una señal de fortaleza del Gobierno. Al contrario, ellos están en situación de quiebra, donde no pueden medirse en las urnas electorales ni en la calle”, dijo Jesús Torrealba, secretario general de la alianza opositora.
El CNE, además, ha expuesto las estrictas normas para la recaudación del 20 por ciento de las firmas del padrón electoral (casi cuatro millones) en cada uno de los Estados del país sudamericano, la siguiente etapa para la activación del referéndum revocatorio. Según la autoridad electoral, la recogida de las rubricas se hará entre el 26 y 28 de octubre –en horario de 8 a 12 y de 13 a 16 horas de Venezuela– con una limitada cantidad de máquinas de verificación de identidad (5.392) distribuidas en 1.356 centros de votación. “Lamentablemente, se repetirán las escenas de largas colas en la recolección del primer 1% de las firmas”, afirmó Luis Emilio Rondón, el único rector opositor del CNE.
En junio, los opositores sortearon obstáculos durante la autentificación de más de 200.000 firmas (el 1% del padrón electoral) recaudadas para cumplir con la primera fase del peñascoso camino hacia la activación del referéndum. Muchos votantes acudieron a aislados centros electorales designados por el CNE, algunos fueron amedrentados por los colectivos –grupos oficialistas– y otros opositores fueron despedidos de sus trabajos en la administración pública por apoyar un revocatorio contra Maduro.
El Poder Electoral todavía no decide la localización de los centros de votación, pero la oposición ha advertido que se podrían ubicar en sitios lejanos a las ciudades para impedir que el mayor porcentaje de la población pueda firmar contra Maduro.
La oposición contra la pared
Las trabas no son sorpresivas. Ya la oposición ha acusado al Poder Electoral de obedecer al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En junio, Diosdado Cabello, el segundo hombre del chavismo, instó al CNE a proporcionar el 20 por ciento de los equipos tecnológicos para la recaudación de las firmas en esta fase. “No se lo vamos a poner fácil. Haremos lo que tengamos que hacer”, agregó.
Ante la materialización de estas amenazas, la MUD ha apostado a la presión popular como única vía para acelerar el referéndum revocatorio. “Viene una protesta masiva, constitucional, pacífica y contundente, en defensa a los derechos de la población y a la Constitución. Lo que está siendo lesionado no es el interés político de una organización, sino el pacto de convivencia de los venezolanos”, advirtió Torrealba.
Los adversarios del Gobierno creen que la renuencia a unos sufragios presidenciales puede devenir en un estallido social. Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y dos veces excandidato presidencial, ha lanzado un ultimátum a las rectoras del Poder Electoral hace tres días: “¿A qué juegan las señoras del CNE, a que ocurra una situación explosiva en Venezuela? Creen que la paciencia del pueblo es infinita y que pueden seguir jugando con los venezolanos hasta que pasen semanas y meses”.
Son más de 128 días de retrasos en el proceso revocatorio, según los cálculos de los opositores. El Consejo Electoral ha suspendido el pasado viernes sus actividades por considerar que se encontraba en riesgo ante una protesta convocada por la MUD.
Muchos adversarios al Gobierno han criticado confiar en el Poder Electoral como garantes del referéndum. María Corina Machado, coordinadora del partido Vente Venezuela, ha repudiado las condiciones impuestas por la autoridad electoral. “Es evidente que las condiciones del CNE están diseñadas para negar RR en 2016. Si eso ocurre, la Asamblea Nacional debe destituir a Maduro por su nacionalidad”, escribió en su cuenta de Twitter.
En marzo, la Unidad ya había presentado varias propuestas para una inmediata salida de chavismo del poder. Pero el Gobierno ha anulado casi todas estas alternativas. De ahí que la oposición se ha concentrado en la activación de un referéndum revocatorio antes del 10 de enero.
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