Entre 1990 y 2013, el número de personas que sufrían de depresión o ansiedad, dos de los trastornos mentales más comunes, aumentó en casi el 50%, de 416 millones a 615 millones alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, se trata de un trastorno mental frecuente que es la principal causa mundial de discapacidad y que en el peor de los casos puede llevar al suicidio.
"La carga mundial de depresión y de otros trastornos mentales está en aumento", afirma la OMS y reconoce que la falta de diagnósticos correctos contribuye a que muchas personas no reciban el tratamiento adecuado.
Ahora un grupo de investigadores estadounidenses reveló en un estudio publicado en la revista Nature que han descubierto las claves genéticas de este desorden. En particular en individuos de ascendencia europea.
"Aunque había fuerte evidencia de que el desorden de depresión mayor se hereda, estudios de genoma anteriores no lograron identificar los centros neurálgicos de riesgo entre individuos con ascendencia europea", afirma el estudio.
Se analizaron datos de 75.607 individuos diagnosticados con depresión y 231.747 que no habían sido diagnosticados. De la mano de la compañía de biotecnología 23andMe identificaron 15 regiones relacionadas a la depresión.
Algunos de estos centros neurálgicos también habían aparecido en estudios de genoma asociados a determinados rasgos psiquiátricos.
¿Podría ayudar al tratamiento? No directamente, pero sí ayudará a identificarlo.
Según los autores este estudio demuestra que estudios de gran escala del genoma son poderosos y complementan los estudios tradicionales para diagnosticar esta condición.
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