Lo habrás oído millones de veces. En el médico, con las amigas, en casa, en el trabajo... ¡Bebe agua! Si aún no eres de las que siempre lleva la botellita de agua encima, te damos cuatro buenas razones para considerar que el agua es oro, sobre todo si la tomas en ayunas.
1. El estreñimiento será historia. No es un tema del que se hable con gracia y soltura, pero solo los que lo sufren sabe lo que vale librarse de él. Tomar agua abundante en ayunas, y luego durante todo el día, marcará un antes y un después. Cuando nuestro cuerpo tiene suficiente agua para funcionar se regula casi automáticamente.
2. Tus músculos estarán menos fatigados. Mantener un equilibrio adecuado entre líquidos y electrolitos es crucial para las células que forman la masa muscular. Cuando los músculos no cuentan con agua suficiente se fatigan y pierden energía. En cambio con agua abundante rinden más en actividades que requieren mucho fuerza como el spinning y en otras que requieren menos, como el sexo.
3. Tu aspecto mejorará ostensiblemente. Cuando estás poco hidratada tu piel luce seca porque el cuerpo le quita el agua para enviarla a otros órganos vitales. Por esta razón si tienes una línea de expresión esta se convertirá en arruga rápidamente, y toda la piel lucirá sin brillo y apagada. Si bebes agua tu piel será la primera beneficiada.
4. Estarás menos hambrienta. Beber mucha agua y comer alimentos ricos en agua te ayudarán a controlar el apetito y a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo. No es que bebes agua en lugar de comer, sino que controles el hambre y los excesos bebiendo agua entre las comidas.
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